lidiar con este estanque seco
encendida en el frágil fulgor de lo ajeno,
entretejer las horas huecas frente a pantallas,
creando un abrigo de imágenes y promesas,
aquí donde no llega
ni el latido ni la lluvia,
solo hologramas,
radiografías de lo vivido,
cadáveres del beso.
Eco. Huella vacía.
Filmografía para cubrir grietas,
deseando olvidar un escenario sempiterno:
mismos caminos,
poca luz, tanta rutina.