Aún queda un poco de ternura
en esa cara de ceño fruncido,
hagamos el martes un poco más sábado,
llenémonos de ahoras y de olvido
-aunque sea solo durante este pequeño inciso-
Te lees
como si de alguien ajeno
se tratara (con casi una voluntad correctora y didáctica)
pero ejerces un poco de autocontrol
y te regalas algo de indulgencia.
Han pasado tantas tús
desde que renunciaste a la palabra propia
¿Por qué volver?
Hay cierto hueco
en el margen de los días,
cierta necesidad en el fondo de la hoja.