escribir hasta llegar a la esencia,
me dijiste que vendrías conmigo,
derribaron los templos y yo no estaba allí,
la simplicidad es la primera luz del alba,
hay llamadas desde ese refugio que dejaste.
después de tantos muros por construir,
nace un horizonte en la ventana secreta,
preguntas en el río,
eterno desconocido de sí mismo,
ópalo y ceniza,
han llegado los caballos,
amanece pero la ciudad ya estaba despierta,
y caminas sobre
redenciones en la arena,
y maquillo
esos daños de curación tan lenta.
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