Juicios y palabras de mármol,
figuras haciéndose añicos
mientras los espectadores
minimizan el dolor
que jamás han sentido:
lo que un día fue propio,
hoy infinitamente ajeno.
lunes, 21 de diciembre de 2015
sábado, 5 de diciembre de 2015
martes, 1 de diciembre de 2015
Ser, estar o padecer
Nota mental:
Insonorizar el grito
antes del alba.
Si escribo
se me inunda el poema.
jueves, 26 de noviembre de 2015
martes, 24 de noviembre de 2015
Agujas en la piel,
los párpados son paredes derrumbándose
en un diván sin psiquiatra.
Verbalizar la angustia con torpeza
al entenderlo todo
de forma parcial.
temblor-amor-temor-dolor,
me agrieto en la crueldad del presente
Solo silencio.
Nieve, atravesar el umbral del pavor
y deshacer todos los nudos de la garganta.
Abrir una caja que contiene el pasado en sepia,
cálidos fotogramas en una sala de cine sin pantalla.
Golpear puertas que no se abren,
dolor de habitación sin oxígeno
escuchando esa voz
sin poder huir de este
invierno que acuchilla
mientras no hay nadie y ni siquiera hay voz y nada de esto tiene sentido
y menos estas palabras sin receptor.
Las palabras reconfortan, exorcizan,
pero no salvan.
domingo, 11 de octubre de 2015
Es la hora de comer y las noticias han llegado en tres idiomas.
Huele a lluvia y a CO2.
La remota isla que solicita profesores
ya ha cubierto la vacante,
así que no vamos a movernos del sofá.
Alguien ha tenido gripe:
una semana fuera de la pantalla
y quedamos obsoletos.
Nos pixelamos como fotos ampliadas,
solo que cada vez se nos oye menos,
perdemos nitidez y nos fragmentamos
sin que nadie se percate.
Los medios de comunicación nos han robado el discurso.
La modernidad líquida nos devora.
Diálogo interno.
- ¿Por qué callas?
- Porque el lenguaje es un eco
que retumba contra paredes sordas.
- ¿Qué hiciste con la creatividad?
- No lo sé, últimamente no coincidimos.
- ¿Qué tienes en la garganta?
- Una manifestación. ¿Por qué lo preguntas?
- Porque estamos en un túnel y empiezo a tener miedo.
domingo, 25 de enero de 2015
Orfandad de palabras.
Son las tres y veinte.
El cielo, uniformado de azul,
luce su ostentosa indiferencia.
Plazos como coordenadas
para despertar mañana.
El fin de la ciudad,
un banco en el que nadie se sienta.
Jadear como un electrodoméstico viejo.
Perderle miedo al miedo.
Agotar lo inagotable.
Perderle miedo al miedo.
Agotar lo inagotable.
Hasta los gritos hipotecados
y el cuerpo en ruinas,
Expectativas y desesperación.
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