Las horas se te agolpan sobre los hombros
y las líneas de tu cuerpo se difuminan
hasta convertirte en abstracción.
Hoy corres huyendo de la conciencia,
que te anuncia
que es hora de reanudar el camino
tras una larga pausa.
Pero te sientes cansada
porque intuyes que recomenzar
será repetir el mismo esquema
pero con movimientos más torpes
y colores más desvaídos.
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