jueves, 15 de septiembre de 2016

No necesito LSD para tener flashbacks.
Soy cuerpo condenado al exilio,
fantasma de lo que un día amé.

Sí, hoy he despertado como si todavía fuera ayer.
Qué hago aquí y por qué solo un eco colisiona
contra los muros de este cuerpo insonorizado.
El vacío me quema los poros.
Ha llegado el otoño
con intermitencias de luz pero bajo un fondo lúgubre.





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