subrayo
el desencanto
vertido en los márgenes
de nuestro invierno aguado.
ajena a mí
claudico
después de exponerme
a tu juego sin sombra.
destierras
eso que te susurré al oído
mientras las noticias hablan de bombas
callando tus pupilas disecadas,
ésas que ya no me palpan a oscuras.
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