Hasta desfallecer
te sometes a pruebas,
atardece y la ciudad
parece protegida por un cielo de orquídeas,
pisando la hierba
el cuerpo es tan fuerte
que sabe apagar sus voces,
la juventud de los ojos
se descubre en un minuto,
no puedes encontrarte mirando atrás,
corres,caminas,
cambias de destino imprevisible,
memorizas el presente
dejando que lo detenido
fluya
o que algo
consiga retenerte de una vez.
Esto es un partir continuo.
Encontrar. Despedir. Levantarse.
El amanecer no ha despuntado aún
y la tierra es un lugar
que aún doliendóte
también te regenera.
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