la clave estaba en aquel recuerdo
rescatado por casualidad de la foto,
un almuerzo en la niebla,
los chubasqueros,la nieve y esa necesidad de saber,
a través de las sonrisas,
del gesto de mi hermana,
de los guantes, de las horas, del esfuerzo...
la cima estaba allí,
todos queríamos conocer el paisaje
aún siendo demasiado pronto.
El amanecer llega con calma.
La espera también se aprende.
1 comentario:
me gusta, Ane.
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