El cambio cala despacio,
muchos no entienden,
la incomprensión es miedo,
miedo que desata violencia,
violencia cultural, explícita o en el celuloide.
No me gusta el señor Grey, ni quien los lee.
No lloro con facilidad.
No soy una bruja, por hablar mi lengua,
o por no callarme.
Hay baches en la senda,
hombres de ceniza que nos deshacen de luz,
grilletes al dormirnos sintiéndonos libres,
al fin, de tanta opresión, de tanto consentimiento,
de la esclavitud silenciosa,
de esta inferioridad lacerante.
Volvemos a encontrar barrotes
pero no nos encerrarán,
mujer,
grita,
exige,
lucha.
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