no mires atrás.
pues solo el segundo
erosiona la mano inerme
del latido que se aleja.
pausado tic-tac.
risa desvaneciendose.
sábanas vacías.
conversación descendente
como arpegio en tu férrea piel
de sueño y castaña.
Piel aquejada de ausencia
que no se arrima a mi boca
esta noche de aullido mudo
en luna exangüe.
No mires atrás,
pues solo hay charco negruzco en mi tierra conmovida.
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