me arropaste
mojándote
junto a mí,
caminabas
absorbiendo mi diluvio
en silencio,
te sentí aún más cerca.
Me dejaste asir tu brazo
cuando mi paso era débil,
las palabras caían como gotas,
explotaban contra el suelo ennegrecido.
Y yo...
yo hablaba y tú callabas
como siempre
escudándome
de mi sombra sin saberlo
y yo....
que jamás
iba
a quererte tanto.
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