la experiencia me roza
y no estoy tan exiliada como creía,
tus brazos fueron solo un eco más
sobre el mismo hielo.
El día cicatriza la quemadura,
el cielo es un espejo que desprende equilibrio.
Hay intimidad en los lindes del cuerpo,
lloran las estatuas
pidiendo una marcha a orígenes más dulces,
a la comprensión profunda de quien lee queriendo sentir.
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