poesia terapeutikoa
lunes, 14 de noviembre de 2011
La muñeca rusa
tenía tantas capas
que conseguía saludos al deslumbrar con su color brillante
pero vivía desconocida en cafeterías y parques,
terrazas y salones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario