amarro mis versos,
escupo poemas
abrillanto micrófonos,
desatasco el nudo de mi garganta,
y os pido,
que vivais
y no dejeis sin decir
eso que guardáis bajo la cama.
Antes de que el tiempo
nos devore
sin escrúpulo ni rabia
¡Vive! ¡Ríe! ¡Habla!
aunque la noche duela
y las horas muertas nos quiebren los huesos.
1 comentario:
No amarres los versos, desátalos.
Escritura desatada... ;)
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