martes, 16 de agosto de 2011

la buena educación.

el río contenía
todas las lágrimas
que las madres habían enseñado a guardar a sus hijos.


Al soñar, la ciudad susurraba " please" y " thank you",
el eco de los barcos lo procuraba camuflar.
Era todo tan contenido
como un vaso de té
o aquella galería recién pintada.

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