la voluntad del gato
es inaccesible a los ojos de la esponja,
la ciudad es un diagrama de luces
y la mentira suena tibia y distante.
hay preguntas
en los hilos de metal,
nos enredan y dejamos de mirar a los ojos,
por si lo cercano hiere.
Es el agua que fluye,
son los recovecos del tiempo,
el verano de cuerpo calido,
esa sonrisa menguante que salpica tan suave...
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