Se me acartonan los deseos,
el prisma otra vez roto,
la noche explota
sin dejar cristales o humo,
Impecable,
como el cielo sobre la Patagonia,
como la nieve sobre Moscú.
El dolor
calla
porque se lleva por dentro.
Diré incomunicación
contarás kilómetros
el tiempo es oblicuo
tu cuerpo de tinta
mi llanto de sauce.
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