estos años bien ocultos
en la piel más infantil,
un laberinto de espuma en cada cuerpo,
horas de silencio para el gato gris.
y aún mantengo arañazos invisibles,
y nadie los siente desde ahí fuera,
me preguntan la edad
esperando la tabula rasa que siempre regalo.
Hay una sonrisa en tu acuarela
no diré que sea mía,
adivíname
tras las palabras,
tradúceme a tu idioma
deten mi vago rumbo antes del mar.
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