Quiero un hombre que me regale dientes cuando al despertar los pierda,,
que me vea lejos de un frío objetivo
y calme los cuchillos del cristal,
que me ayude a buscar a mi perro en la ciudad decadente,
caminando a mi lado
para mantenerme en pie
por si pierdo el equlibrio.
Las comedias me son casi ajenas
quizás por eso las admire tanto.
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