sábado, 30 de abril de 2016

Por qué amanece
si no hay razón para despertar.

Frío que perdura.
Nuestras canciones suenan
pero ya no estamos.

Solo esta sombra
y tanta acritud
que resbala
impregnándolo todo de sangre,
de estatuas que gritan angustiadas
bajo una lentitud insoportable.

viernes, 29 de abril de 2016

Oír en boca de otros
que la situación que hemos vivido es injusta.

Ahí arriba no hay nada,
solo nubes.
Y en la tierra una infinidad de días que nos han arrebatado.
Resulta inconcebible.
Pero estoy sentada en una silla
de la biblioteca
y enterrada a la vez.

Qué voy a hacer sin esos ojos
que aliviaban las noches más frías.
Qué voy a hacer sin lo más mío de mí.

Me has construido para irte sin quererlo.
Hemos sido infinitos
pero ahora el tiempo se venga de nosotros.

Y me he quedado aquí.
Aquí escribiendo en el vacío,
en el vacío ilimitado que has dejado
haciendo que el ahora se descomponga
como el latido de una tierra que no nos pertenece.


Buscar la comunicación
ignorando que es ya demasiado tarde.
Nunca he querido dejar
nuestra rutina.
Te pedí que no me abandonaras.
Me dijiste que esto era transitorio.
Me lo prometiste.

Y ahora todo es injusto
y odio despertar.


Salgo a la calle
y te veo,
te veo en la vuelta de la esquina,
en el café,
espero encontrarte entre las estanterías de la biblioteca

espero porque no asumo
no asumo que se haya acabado esa mirada tan dulce,
la comprensión que trascendía el tiempo y el espacio,
no asumo que se haya agotado el nosotros
porque el nosotros era todo lo que yo tenía.

Nunca imaginé que te sobreviviría.
Aún no entiendo la vida sin ti.
El todo es un absurdo
y mis ojos alienados
no atraviesan los cristales.

sábado, 23 de abril de 2016

El profesor aconseja
a sus alumnos que estudien
mientras desconoce
si el conocimiento libera
o hace más consciente
la frialdad de los barrotes
a los que están condenados.

Un barco sin capitán,
la tripulación agoniza
a cámara lenta
mientras el narrador omnisciente
paladea el dolor
impasible.

Pasar un rato con la cabeza out
como prioridad del sábado
que se cierne como un ave rapaz.
La sociedad promete una felicidad
quimérica que debes pagar a plazos.

Pero no hay cuota ni menú
que te salve la vida.

jueves, 21 de abril de 2016

Intrascendente y deshumanizada
como poesía de vanguardia
antes de la jaqueca o el amanecer.

Hablo de lo que no me importa
ante extraños de mil caras.

miércoles, 20 de abril de 2016

Llegamos a un paraje aparentemente fértil
para descubrir un páramo de voz yerma
y áspero hormigón.

martes, 19 de abril de 2016

Angustia
mientras piso los relojes
pero el tiempo terco
no se detiene

Veinte de abril.
El tiempo es soga.
El infierno es tan ilimitado
como este escepticismo
que me abruma.

Cómo avanzar
y hacia dónde
cuando no hay atajo
en el temporal.

El concierto prosigue
ignorando al violinista más virtuoso
que yace inerte sobre la tarima.

El abismo,
visible y palpable
bajo el disfraz
de lo cotidiano.

Arqueología de la herida
que entierras debajo de la máscara,
máscara-fortaleza
forjada despacio
sobre el cimiento de los días.

lunes, 18 de abril de 2016

La lágrima es el verso que muere antes de ser recitado.

Te hiciste escritor
para cobijarte en una trinchera de tinta,
en un húmedo túnel de grafías.

Historia de terror

La amenaza
es perfectamente perceptible.
La caricia encoge tus emociones
como un niño
ante la primera tormenta.

No llego al cuarto de siglo.
Soy posterior a la caída del muro de Berlín. Y a pesar de todo, la muerte
se sienta cada día frente a mí.

El calendario se rebela
ante lo infinito
del tiempo
desde que no estás aquí.

La mañana quema
como el café que te tomas
innecesariamente
solo por rutina
pues tu conciencia
lleva horas dolorosamente despierta

Complejidad del acorde sostenido
cuando su melodía nos demacra.
No encontrar lógica o justicia
desarma al abogado interno
ante un juez psicópata.

domingo, 17 de abril de 2016

Volver a todos los rincones
que fueron nuestros
como única promesa de salvación

Trato de contener las compuertas de una presa agrietada
pero toda estrategia insuficiente cuando todo parece desintegrarse
H
  A
    S
      T
        A

             E
               L
                  P
                    O
                      E
                        M
                           A
 
     tiembla.

Durante años
dejé de escribir tantos poemas:
Fui demasiado feliz
y viví de forma plena.

Tal vez eso no vuelva a ocurrir,
aún estoy asumiendo lo que eso conlleva.

Amildegitik labaindu ondoren
bizirik gaudela dirudi.

Baina itxurak egiten baditugu ere,
zu ez zara esnatzen
eta egunak lausotzen zaizkigu.

No abrir los ojos, no pensar, no decir
para sufrir menos.

El sueño como venganza
cuando todo resulta absurdo.

Apenas me hago fotos
para que nadie perciba
la fealdad que desprende este rostro
errabundo sin ti.

Me gustaría conseguir un visado
para volver a esos veinte años
y a todas aquellas cosas que nos quedaban por vivir.

Los coches y las bicicletas
tienen amortiguadores
para frenar, evitar o paliar
la fuerza del impacto.

En la vida
los golpes llegan sin amortiguación.

Hoy no me siento responsable
ni civilizada.

No sé cómo un cuerpo de estas proporciones puede albergar
esta infinita rabia.

Anhelar que despiertes
pero no para seguir
en este gélido laberinto.
Despertar para salir
a por un café con leche
y una tostada con aceite
(como las que desayunábamos
antes de la catástrofe).
Despertar para sentir
el frío matinal que se
eleva sobre nuestros hombros.

No cumplir con la expectativa.
Desmitificar el plazo
ante la imposibilidad
sin sentirse culpable,
solo sobreviviendo

El sol resplandeciente no llega.
Todo queda en el exterior,
ajeno, indefinidamente desdibujado.
Aquí solo sombra.
El letargo de la lucha más lenta
se hace con la habitación.
Respiración irregular,
todo lo demás:
silencio.

Los edificios oscurecidos,
de un idéntico gris
y el alma de cemento
como cortina rutinaria
que va pautando la existencia
del vecindario de ojos vidriosos.


(Ante todo y pese a todo) Encuentra la estabilidad-consejo repetido contra la bóveda de la conciencia-. La estabilidad es un estado transitorio y utópico que ahora, más que nunca, se encuentra a años luz de aquí.

Me has arrebatado el amor,
la serenidad-seguridad
que guarecía mi alma.

Me lo has arrancado todo de golpe
pero el universo languidece de forma gradual. 



                                          No matarás, del Decálogo de Kieslowski.
El domingo llega como animal cansado,
arrastrándose lento y sin una convicción
que lo sostenga.

Las emociones se adormecen
cuando lo único que se vive
está al otro lado de la pantalla.

Quisiera adoptar la serenidad
de los personajes de esta película,
poder meditar y resignarme
 en un lugar donde la línea espacio-temporal
se difuminara.




                                          Cemetery of splendour


sábado, 16 de abril de 2016

Cábalas en el epicentro de este cuerpo que envejece esperando un cambio.

Estoy y tú no estás.
Tú ya nunca estás.
Busco olvidar la sima
que has dejado
y no encuentro alivio en los fotogramas
ni tampoco en la música,
la evasión es tan imposible
como el equilibro.

Ni siquiera hallo sosiego
en la escritura
pues he perdido la palabra
de tanto echarte de menos.

jueves, 14 de abril de 2016

Poeta busca esperanza,
deja su número de teléfono
y su dirección de correo electrónico
por si alguien la encuentra.

Adjunta una nota al pie:

Es urgente, se me pudren los versos.

A veces me pregunto
si tras esta aridez,
más allá del abandono,
habrá una versión conciliadora
de nosotros mismos.

Una versión cicatrizada,
resplandeciente
de todo lo que fuimos.

Dame un sendero
y yo encenderé la luz
para guiarnos en los
pasajes más hostiles.

Dame una coraza
para poder escudarnos
de esta guerra
que aniquila
sin el eco de los periódicos.

Hueca
como una estantería
en este edificio antes del derribo.

Suena música disco
pero nadie baila
porque solo queda sangre y desesperación sobre la pista.

El día arrasa con todo
fingiendo absoluta normalidad.

Gritar hasta que se plieguen las sílabas
mientras las canciones siguen sonando
en la radio, los peatones avanzan hacia
sus destinos, condenados a la prisa,
las estaciones se desvanecen implacables.

Incertidumbre como rutina,
el futuro deslavazado,
el presente como mortaja agridulce.

Extensión de resistencia
ante la hecatombe.
El alba, con su monstruosa belleza,
me acoge aunque no quiera.

El pulso del reo inexperto
traza líneas imperfectas.
La justicia es un concepto
ajeno a la experiencia vital.
Alienación y llamas invisibles.

Aquí estoy
colgada de este verso,
en la comisura del abismo,
donde se arrugan los emails
y se decolora la publicidad.

Duérmeme.
No es necesario que me despiertes.
¿Mañana?
O pasado, o dentro de una década
pero destruye este vivir tan lúgubre,
esta quemazón del desterrado.

Sentirse vacía, tan vacía de luz
que las habitaciones se eclipsan
con esta sola presencia.

Se quiebra la voz y se agotan las alas
                                                 (los días se oxidan en un desguace)
que mantenían intacta la cerámica de la esperanza-tenaza.
                                                               

Alquitrán en las entrañas del cielo.
En la calle el mendigo mira hacia arriba
y decide no comunicar
                                   que arden furiosas las nubes
                                                          (embrutecidas en una estela sangrienta)
                                                                      ante un presente que naufraga.
Imaginar es crear días que no te asfixian
con el tránsito hiriente de los minutos.
Desarmar las llamas antes de la destrucción,
arrebatar la violencia a una mirada feroz
sanar a través de la profundidad del deseo.

miércoles, 13 de abril de 2016

El amanecer no ampara,
una música de trompeta
tiembla en la emisora local.

Duermes intranquilo,
gimes y arrugas el rostro.
mientras las lágrimas se me encharcan
en las pupilas.

Que sufras
y yo solo te visite
como una extraña inútil.

Soy joven e inexperta a ojos de muchos
pero he envejecido lo suficiente para saber que la vida fue vida por vivirla contigo

Éramos tan bellos
porque la condena nos magnificaba.

Fuimos la plenitud de los rayos de sol
antes de la negrura de la tormenta.
Tormenta terrible de cielo raso
y árboles en flor.

Su crueldad ilimitada e impasible
nos engulle y arrastra
mientras los niños siguen naciendo
y se oyen conversaciones vacuas,
y los carteles siguen anunciando
esos objetos que ya no deseamos.

Enloquezco
ciega y ensordecida
ante el estruendo macabro del presente.

Esta primavera es cálida y asquerosa
como la placenta de un caballo
cuando el potro ha muerto.

Mi odio se ha despertado enérgico
y la enfermedad se ha apoderado
del verde de las hojas nuevas,
verde que confundo con las paredes del hospital.

Y mi verso es ya rehén de la angustia,
no hay paz en la luz,
solo amenaza.
No hay expectativa en mi voz,
solo grito.

laruinademicuerpo
seestrellacontraelsueño
ynoentiendemás
porquésiempreelmismoorden
porquépasanlosmismosrostros
semidesconocidossinllegaralsaludo
porquésedesprendeeldíademí.

There's no healing
ya no sale decir "bien"
ya no sale nada.
Mi yo es un cadáver,
solo un individuo
más de la colmena,
parte del sistema
al ser consciente de
que para lo más necesario no hay revolución ni rebeldía.

No recuerdo la última vez que fuimos felices.

No recuerdo haber sido joven recientemente.

Solo la nada, esta nada lacerante:
Nada contra la vida que devora,
nada contra la muerte intrínseca a la luz,
nada contra el sufrimiento que viene incluido en el pack.

martes, 12 de abril de 2016

Qué haré con la impotencia
cómo traducir la rabia
en estas calles que deterioran
en esta agonía que extingue

El horror ha llegado antes de tiempo.

El lenguaje inútil.
Incapacidad ante lo primordial.

Cementerio de besos
y relámpagos sin luz.
Tocar fondo
y después qué.

Se pudre el aire
y exploto sin impacto.

El cielo
un espacio de oportunidades exprimidas.

El tiempo
un agujero laberíntico y estremecedor.

La ciudad
sus calles conducen a esta implacable monotonía.

El horizonte
línea mal trazada.

La primavera
es traición que rompe
desgasta, desgarra.

Saltar sin impulso.
Quebranto de sueño
y versos arrítmicos.

La rabia arranca
los brotes antes de que nazcan.
Asomarse al balcón de la palabra
deshaciendo la energía
contra estas paredes secas.

El silencio,
un vacío
que te inunda.
La esperanza,
un lienzo difuso.


Tribulaciones
al edificar un hogar
sin cimientos.

Lirismo ante miradas vacuas,
dientes de león y el camión de la basura.

sábado, 9 de abril de 2016

Ayer tu piel brillaba más,
hablabas animadamente
y tus ojos reflejaban
vagamente aquella paz
que antes desprendían.

Fue una ensoñación. Un respiro intermitente.

Al día siguiente tenías frío cuando llegó ese látigo de fuego a arrasar el campo que tanto amaba, esa tierra que había recorrido con mis manos, ese refugio ahora en plena guerra.

Todo palidecía. El sol se pudría detrás de las nubes hostiles.

Solo cabía esperar.
Sufrir y esperar.

jueves, 7 de abril de 2016

Rodearse de juventud
para paliar la presencia insoportable
de la muerte.

El cuerpo traiciona,
el cuerpo aniquila,
el cuerpo desemboca en desesperación.

No hay un buzón de quejas
para lo que más importa.

Como en las tragedias clásicas
los personajes no pueden evitar la fatalidad.

Los rostros se demacran
y el todo
es un muñeco deforme.

Se pudre el gesto
se ahoga el alma
y no hay plan de evacuación ni bote salvavidas.

Solo queda sobrevivir
bajo la uniformidad de un cielo plomizo
que devora las entrañas,
que deshace nuestro ser.

La vida es un valle de lágrimas
y no solo en la Edad Media
y no solo teóricamente.
Ojalá fuera un mero concepto,
una abstracción como todas
las que hay que interpretar
en la enseñanza reglada.

Esto es escribir poemas malos
como terapia parcial y fallida,
registrar la impotencia en un
marco sin cuadro.

Investigación

El poeta profeta constató que abril es el mes más cruel,
un siglo después,
su hipótesis sigue confirmándose.

martes, 5 de abril de 2016

El cielo está azul, está negro, esta gris,
y qué más da
y qué importan ya aquellas cosas
tan primordiales.

Toda tú rabia.
No poder hacer nada
te exprime la esencia.
Y, mientras tanto,
los días pasan
como mera extensión de una angustia interminable.

Buscar un asidero
y percatarse de que la cuerda floja
no ofrece ninguno.

Definición

Tortura es ese cuerpo carcomido
por un monstruo invisible.
Tortura es mi cuerpo exiliado de ti.

sábado, 2 de abril de 2016

Atardecía. Las golondrinas surcaban el cielo. La ciudad exhibía su belleza bajo
la luz de la lámpara más cálida. El cielo tenía colores rojizos y violáceos. La cerveza extranjera tenía un sabor denso y amargo. Sellaron el viaje con un beso, ignorando que aquel hubiera sido el perfecto final de la historia.

El día pasa de largo
como presagio
de tantos otros
que nos atravesarán
mientras permanecemos
dentro de edificios
y con las esperanzas expuestas
a la intemperie.

No hay escuela
que forme
para aguantar la ferocidad de la vida.

Sus colmillos atraviesan el interior
de toda fortaleza.
No hay escudo ni refugio
cuando se agrieta el ser
derrumbando todo lo construido.