viernes, 29 de abril de 2016

Resulta inconcebible.
Pero estoy sentada en una silla
de la biblioteca
y enterrada a la vez.

Qué voy a hacer sin esos ojos
que aliviaban las noches más frías.
Qué voy a hacer sin lo más mío de mí.

Me has construido para irte sin quererlo.
Hemos sido infinitos
pero ahora el tiempo se venga de nosotros.

Y me he quedado aquí.
Aquí escribiendo en el vacío,
en el vacío ilimitado que has dejado
haciendo que el ahora se descomponga
como el latido de una tierra que no nos pertenece.


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