tantas paredes vacías
llenan mi pregunta
ante un futuro
donde todo cuenta
por no estar asegurado.
jueves, 30 de diciembre de 2010
Me acuerdo:
había niños y palomas,
el juego de la oca bajo nuestros pies
y un fantasma que atesoraba libros.
me encuentro con aquí y ahora
bajo la ausencia de un antes:
al volver de los nombres del exilio
me acuerdo.
Esta estación no sabe a qué atenerse,
ha visto
llegar
partir
encontrar
olvidar
y su ciudad nos recuerda a estos años:
tiene calles
que no hemos sabido recorrer.
había niños y palomas,
el juego de la oca bajo nuestros pies
y un fantasma que atesoraba libros.
me encuentro con aquí y ahora
bajo la ausencia de un antes:
al volver de los nombres del exilio
me acuerdo.
Esta estación no sabe a qué atenerse,
ha visto
llegar
partir
encontrar
olvidar
y su ciudad nos recuerda a estos años:
tiene calles
que no hemos sabido recorrer.
beatus ille...
unos ojos te miran desde la distancia
pero el cristal permanece nublado
y las gardenias son más pálidas
no los sientes,
estás lejos,
descansas...
no hay sombra ni surco en tu piel,
cierras los párpados tan plácida
como quien duerme con calma
pero sin cansacio.
pero el cristal permanece nublado
y las gardenias son más pálidas
no los sientes,
estás lejos,
descansas...
no hay sombra ni surco en tu piel,
cierras los párpados tan plácida
como quien duerme con calma
pero sin cansacio.
miércoles, 29 de diciembre de 2010
Mark Rothko
Una vida se envuelve en la vida general de los colores. Francisco umbral
Mark rothko leía poemas
En la estela de otro mar.
No hay bolígrafo para trazar un verso
Que nos acerque a Mark.
Solo algún color,
Este horizonte,
La ultima senda.
Mark rothko leía poemas
En la estela de otro mar.
No hay bolígrafo para trazar un verso
Que nos acerque a Mark.
Solo algún color,
Este horizonte,
La ultima senda.
Iraganaren izara
Tres en raya
Vivimos permitiendonos un camino lineal:
Se nos agotan las caricias
Cuando los gestos no llegan al mar.
Nuestro futuro en la misma ánfora,
Hay un niño jugando al balón,
El parque es un laberinto de sueños y hojas
Las hojas son recuerdos de lo ausente,
El cuadro sigue en el suelo,
Mientras tanto,
La pared,tan pálida y sola,
Aguanta sin temblar,
Ajena al niño
Y sus pies entre las hojas.
Vivimos permitiendonos un camino lineal:
Se nos agotan las caricias
Cuando los gestos no llegan al mar.
Nuestro futuro en la misma ánfora,
Hay un niño jugando al balón,
El parque es un laberinto de sueños y hojas
Las hojas son recuerdos de lo ausente,
El cuadro sigue en el suelo,
Mientras tanto,
La pared,tan pálida y sola,
Aguanta sin temblar,
Ajena al niño
Y sus pies entre las hojas.
grita si quieres
que la pared permanecerá intacta,
su voz es tan fría
como la piel de la piedra.
Dicen que llega el sol de invierno,
queda nieve sobre los hombros vacíos,
se deshace lenta,
demorándose ante las nubes detenidas.
Después de un millón de versos postergados
cuando nada tiembla en la laguna del poema
el tiempo ya no está:
hasta las horas cambian de destino.
que la pared permanecerá intacta,
su voz es tan fría
como la piel de la piedra.
Dicen que llega el sol de invierno,
queda nieve sobre los hombros vacíos,
se deshace lenta,
demorándose ante las nubes detenidas.
Después de un millón de versos postergados
cuando nada tiembla en la laguna del poema
el tiempo ya no está:
hasta las horas cambian de destino.
domingo, 26 de diciembre de 2010
sábado, 25 de diciembre de 2010
la muerte cerca
pero su poesía lejos
y el hombre
cerca cerca
sus lágrimas son hojas secas,
nieve sobre los tejados.
la palabra nadie
la palabra sueño
la palabra olvido
la palabra navidad
y el vacío
de los besos enfermos.
el cine hipnotiza a quien quiere viajar sin moverse.
los jóvenes tienen las manos llenas de musgo.
aquí está
la opción B
de todo animal,
en el tercer cajón a la izquierda,
por estrenar.
pero su poesía lejos
y el hombre
cerca cerca
sus lágrimas son hojas secas,
nieve sobre los tejados.
la palabra nadie
la palabra sueño
la palabra olvido
la palabra navidad
y el vacío
de los besos enfermos.
el cine hipnotiza a quien quiere viajar sin moverse.
los jóvenes tienen las manos llenas de musgo.
aquí está
la opción B
de todo animal,
en el tercer cajón a la izquierda,
por estrenar.
NO PAST LAND
ESCUCHA:
es la voz más débil
del invierno que soñó contigo,
el murmullo en la orilla de mi piel,
piel que se pierde en la garganta del Etna.
y tu piel
tu piel es una ventana al patio de la luz,
el imperceptible temblor de la fortaleza,
seda impasible a la explosión de lluvia
donde los deseos se amontonan
y encuentras la calidez de mi geografía confusa.
tu memoria nos retiene
en este bosque de olvido y diamantes
que tracé a pesar de la niebla,
protegida en la belleza de lo efímero,
en las preguntas de la tierra .
sabemos resistir cuando el juego deja de serlo
y encontrarnos en los pasos desandados
cuando los pájaros sin nido
alivian el frío de nuestro cuerpo de nieve:
siempre tan cerca y tan ajeno
siempre poema lejos del verso.
es la voz más débil
del invierno que soñó contigo,
el murmullo en la orilla de mi piel,
piel que se pierde en la garganta del Etna.
y tu piel
tu piel es una ventana al patio de la luz,
el imperceptible temblor de la fortaleza,
seda impasible a la explosión de lluvia
donde los deseos se amontonan
y encuentras la calidez de mi geografía confusa.
tu memoria nos retiene
en este bosque de olvido y diamantes
que tracé a pesar de la niebla,
protegida en la belleza de lo efímero,
en las preguntas de la tierra .
sabemos resistir cuando el juego deja de serlo
y encontrarnos en los pasos desandados
cuando los pájaros sin nido
alivian el frío de nuestro cuerpo de nieve:
siempre tan cerca y tan ajeno
siempre poema lejos del verso.
permíteme huir
a la paz que no encuentro en ningún salón de té,
en ninguna tormenta de nieve,
en ningún abrazo atado a reproches.
permíteme huir
y volveré con la cálida lluvia que en invierno tanto te está faltando.
El invierno es una película interminable,
donde el malo de la película
se confunde con el bueno,
y ya no sabemos que pensar
porque las caricias mienten,
porque la luna presagia tu regreso,
pero lo esperable
me ahuyenta
y me voy....me voy
más allá del poema.
a la paz que no encuentro en ningún salón de té,
en ninguna tormenta de nieve,
en ningún abrazo atado a reproches.
permíteme huir
y volveré con la cálida lluvia que en invierno tanto te está faltando.
El invierno es una película interminable,
donde el malo de la película
se confunde con el bueno,
y ya no sabemos que pensar
porque las caricias mienten,
porque la luna presagia tu regreso,
pero lo esperable
me ahuyenta
y me voy....me voy
más allá del poema.
viernes, 24 de diciembre de 2010
De nuevo en pie siguiendo tu figura
regresaré a la casa lentamente
cuando todo suceda.
José Agustín Goytisolo.
el sentido se colapsa
pero las manos nunca dejan de contar.
los retornos son siempre
cuentos bien leídos,
pasados no tan distantes,
flores con pólvora en los besos
besos que queman viviendo
pero a veces olvidan
que son mejores los márgenes del juego.
regresaré a la casa lentamente
cuando todo suceda.
José Agustín Goytisolo.
el sentido se colapsa
pero las manos nunca dejan de contar.
los retornos son siempre
cuentos bien leídos,
pasados no tan distantes,
flores con pólvora en los besos
besos que queman viviendo
pero a veces olvidan
que son mejores los márgenes del juego.
el café sabe amargo
pero sabes beber despacio
ajena a las cartas y al fogón,
en juegos de luces extintas,
en jazz de voz menguante,
en la voz que no recuperaste cuando murió el reloj.
es tu cuerpo un abismo
en la separación de la nieve,
un suspiro de lluvia
en velas cuando duermen los sentidos,
soñando con nubes más envolventes,
con noches que sugieran la presencia...
de algo más.
pero sabes beber despacio
ajena a las cartas y al fogón,
en juegos de luces extintas,
en jazz de voz menguante,
en la voz que no recuperaste cuando murió el reloj.
es tu cuerpo un abismo
en la separación de la nieve,
un suspiro de lluvia
en velas cuando duermen los sentidos,
soñando con nubes más envolventes,
con noches que sugieran la presencia...
de algo más.
lunes, 20 de diciembre de 2010
tus ojos
me acogen
con su sabor a antiguo
y creo encontrarme
conmigo en este laberinto de serpientes de niebla.
Soy esa extraña de luz ambigua,
la herida en el eco de las piedras
a quien tanto había olvidado
en los sinónimos del silencio,
en la guarida de las bestias sin luz,
en los mitos despintados con los días del hielo,
en el abrazo de tu ausencia de mármol
tan mortal como poética.
me acogen
con su sabor a antiguo
y creo encontrarme
conmigo en este laberinto de serpientes de niebla.
Soy esa extraña de luz ambigua,
la herida en el eco de las piedras
a quien tanto había olvidado
en los sinónimos del silencio,
en la guarida de las bestias sin luz,
en los mitos despintados con los días del hielo,
en el abrazo de tu ausencia de mármol
tan mortal como poética.
las columnas de mi voz se tambalean
ante la debilidad del amanecer en invierno,
amenece
para que llegen las historias de la mirada
que se acerca,
y nada más,
solo vivir ahogando silencios.
la mañana y el medidiodía
son agua del mismo charco:
unos estudiantes miran a lo lejos,
otros se pierden buscando huellas en lo inexistente.
ante la debilidad del amanecer en invierno,
amenece
para que llegen las historias de la mirada
que se acerca,
y nada más,
solo vivir ahogando silencios.
la mañana y el medidiodía
son agua del mismo charco:
unos estudiantes miran a lo lejos,
otros se pierden buscando huellas en lo inexistente.
viernes, 17 de diciembre de 2010
egunen aztarna
el año es montaña sin horizonte,
camino inacabado de piedra gris,
aria para el pajáro sin destino,
el abrazo que nos faltó a oscuras.
el año es ya algo ajeno,
se nos enredan los motivos
con el nylon de la voz.
el año es esa búsqueda inconsciente,
el ladrido del perro silencioso,
ecos del cuerpo antiguo,
un juego con el movimiento del cielo
el año
muere en el poema
pero regresa con la misma luz sin rumbo:
solo una huella permanece
el destello del sol en las manos,
la tierra que nos salvó aquella noche,
se acercan las horas que no vivimos
las horas que no vivimos...
se nos dibujan en la piel
al perdernos en el recuerdo de los días del sueño,
cuando la vida
nos sumergía en laberintos de luces contrastadas,
cuando el mar estaba en peligro,
cuando el cielo erá más aire
y desde lo alto,
podíamos ver mejor.
camino inacabado de piedra gris,
aria para el pajáro sin destino,
el abrazo que nos faltó a oscuras.
el año es ya algo ajeno,
se nos enredan los motivos
con el nylon de la voz.
el año es esa búsqueda inconsciente,
el ladrido del perro silencioso,
ecos del cuerpo antiguo,
un juego con el movimiento del cielo
el año
muere en el poema
pero regresa con la misma luz sin rumbo:
solo una huella permanece
el destello del sol en las manos,
la tierra que nos salvó aquella noche,
se acercan las horas que no vivimos
las horas que no vivimos...
se nos dibujan en la piel
al perdernos en el recuerdo de los días del sueño,
cuando la vida
nos sumergía en laberintos de luces contrastadas,
cuando el mar estaba en peligro,
cuando el cielo erá más aire
y desde lo alto,
podíamos ver mejor.
Crecí
creyendo que tu barco
me llevaría cerca de la luz
pero todo mito
se diluye en la distancia del tiempo.
El beso de la nieve
está en el origen de los días opacos,
y no sabemos dónde quedarnos
las horas empujan ya
las horas duermen sobre la hierba,
bailan sobre letras que quisieron decir algo,
luchan en el silencio de los brazos hundidos,
las horas
viven el presente de lo eterno
y no conocen nuestros nombres.
creyendo que tu barco
me llevaría cerca de la luz
pero todo mito
se diluye en la distancia del tiempo.
El beso de la nieve
está en el origen de los días opacos,
y no sabemos dónde quedarnos
las horas empujan ya
las horas duermen sobre la hierba,
bailan sobre letras que quisieron decir algo,
luchan en el silencio de los brazos hundidos,
las horas
viven el presente de lo eterno
y no conocen nuestros nombres.
jueves, 16 de diciembre de 2010
miércoles, 15 de diciembre de 2010
cada golpe es día invernal
en una máquina de escribir ya expuesta
ante ojos que la miran como si fuera un trasto inútil
ante miradas que observan la melancolía que desprenden sus teclas.
lo inesperado llega cuando la voz desvela
grietas en el refugio,
hay piel de piedra cáliza
que cae al soñar con la misma mujer de Vermeer.
hay flores resignadas en la acera que nadie mira,
pero otras no pueden,
no pueden silenciar su eco,
pues el silencio rasga hasta el último susurro
de aquella ilusión bajo la arena negra.
Hubo un tiempo....donde la verdad permanecía.
en una máquina de escribir ya expuesta
ante ojos que la miran como si fuera un trasto inútil
ante miradas que observan la melancolía que desprenden sus teclas.
lo inesperado llega cuando la voz desvela
grietas en el refugio,
hay piel de piedra cáliza
que cae al soñar con la misma mujer de Vermeer.
hay flores resignadas en la acera que nadie mira,
pero otras no pueden,
no pueden silenciar su eco,
pues el silencio rasga hasta el último susurro
de aquella ilusión bajo la arena negra.
Hubo un tiempo....donde la verdad permanecía.
lunes, 13 de diciembre de 2010
cold cold heart
diciembre llega como nieve de otro tiempo.
Gregorio Samsa encuentra
un hueco para llegar al sol.
Las calles suenan a otra ciudad,
y todas traen los mismos nombres.
Los parques hablan de silencio
y luces navideñas,
tras los cristales del café,
otra tarde ocultando
el temor a la estatua.
La piedra no tiembla,
aunque esté tallada por Rodin,
aunque secuestre miradas de emoción,
aunque nieve sobre su piel de mármol.
La piedra ha aprendido a ser fría:
no sufrirá en invierno.
Gregorio Samsa encuentra
un hueco para llegar al sol.
Las calles suenan a otra ciudad,
y todas traen los mismos nombres.
Los parques hablan de silencio
y luces navideñas,
tras los cristales del café,
otra tarde ocultando
el temor a la estatua.
La piedra no tiembla,
aunque esté tallada por Rodin,
aunque secuestre miradas de emoción,
aunque nieve sobre su piel de mármol.
La piedra ha aprendido a ser fría:
no sufrirá en invierno.
un poema más
es el impulso
esperado por no llegar,
el calor que esconden las palabras frías
como nieve o azul.
el motivo para beberse las estrellas
en los cielos del invierno más lúgubre,
un susurro
para despertar los cuerpos del olvido
es el impulso
el impulso
que doblará los mundos del silencio
y algún día
me devolverá la voz.
ese impulso...¿dónde está?
las horas caducan
con la melancolía del otoño ya desierto
el impulso
nos ve sonreír, trastabillar, equivocarnos
escondido en el borde de un poema
en uno así, sin más,
en alguno como éste.
esperado por no llegar,
el calor que esconden las palabras frías
como nieve o azul.
el motivo para beberse las estrellas
en los cielos del invierno más lúgubre,
un susurro
para despertar los cuerpos del olvido
es el impulso
el impulso
que doblará los mundos del silencio
y algún día
me devolverá la voz.
ese impulso...¿dónde está?
las horas caducan
con la melancolía del otoño ya desierto
el impulso
nos ve sonreír, trastabillar, equivocarnos
escondido en el borde de un poema
en uno así, sin más,
en alguno como éste.
has sido cisne
fuente de tormenta cálida
verso indescifrable en los acordes del mar,
cuesta que no cesa,
un abrazo a la intemperie de los gestos,
el nacimiento sin llanto,
un suicido de alma sin equilibrio,
la nota en este charco de besos heridos,
manos labradas con esfuerzo,
pasión que aprende a ser silencio,
has sido
has sido...
!pero cuánto te queda por ser!
fuente de tormenta cálida
verso indescifrable en los acordes del mar,
cuesta que no cesa,
un abrazo a la intemperie de los gestos,
el nacimiento sin llanto,
un suicido de alma sin equilibrio,
la nota en este charco de besos heridos,
manos labradas con esfuerzo,
pasión que aprende a ser silencio,
has sido
has sido...
!pero cuánto te queda por ser!
el sol tiene los brazos débiles
hay azaleas en el balcón descuidado,
el amanecer las pinta con delicadeza,
como si fueran estrellas moribundas,
velas a punto de apagarse,
canciones de luz incierta.
este frío
nos contabliza cada latido
con exactitud matemática.
la miel de romero
es amarga en la boca de diciembre
y tu cuerpo
el tuyo
un paraje desolado.
hay azaleas en el balcón descuidado,
el amanecer las pinta con delicadeza,
como si fueran estrellas moribundas,
velas a punto de apagarse,
canciones de luz incierta.
este frío
nos contabliza cada latido
con exactitud matemática.
la miel de romero
es amarga en la boca de diciembre
y tu cuerpo
el tuyo
un paraje desolado.
sábado, 11 de diciembre de 2010
jueves, 9 de diciembre de 2010
martes, 7 de diciembre de 2010
Waltz With Bashir OST - The Haunted Ocean 5 (Solo Version)
salgo desde la garganta de un poeta en crisis,
diciembre lento
diciembre lento
diciembre lento
lento y lleno de abrazos de otro tiempo,
de cálidez junto al fogón que siempre te acoge,,
siempre en diciembre,
diciembre de hojas bajo la nieve,
diciembre de amaneceres junto al sol,
diciembre de penumbra atractiva,
vuelvo en diciembre,
y los años se concentran en el mismo juego,
los fantasmas juegan a la rayuela
en este diciembre,
en este diciembre lleno de carencias y olvido.
domingo, 5 de diciembre de 2010
las piedras de la ciudad tienen fiebre,
llueven metáforas sobre lo inombrable,
los cuerpos están
donde la palabra tiembla,
se cierran las avenidas
y cargamos con recuerdos leves
la tarde aúlla
con voz desconocida,
como un perro en el hayedo,
como la sangre del lunes frío,
como nuestra piel de fresno,
como un sueño sagrado,
como canciones que dañan.
pero el campo es tan verde
y estamos tan nuevos...
llueven metáforas sobre lo inombrable,
los cuerpos están
donde la palabra tiembla,
se cierran las avenidas
y cargamos con recuerdos leves
la tarde aúlla
con voz desconocida,
como un perro en el hayedo,
como la sangre del lunes frío,
como nuestra piel de fresno,
como un sueño sagrado,
como canciones que dañan.
pero el campo es tan verde
y estamos tan nuevos...
ésta es la luz enferma
de la perla sin mar.
el horizonte sabe a libro antiguo
y se nos va la fuerza como si fuéramos pilas de corta duración.
el final
es siempre lento
y duele más por ser tan distante y tibio
como un arañazo online.
el pricipio llega a deshora,
como una tos más allá de la penumbra
como un murmullo de voz mitigada.
de la perla sin mar.
el horizonte sabe a libro antiguo
y se nos va la fuerza como si fuéramos pilas de corta duración.
el final
es siempre lento
y duele más por ser tan distante y tibio
como un arañazo online.
el pricipio llega a deshora,
como una tos más allá de la penumbra
como un murmullo de voz mitigada.
sábado, 4 de diciembre de 2010
Terapia del libro- Belén Reyes
Terapia del libro
Leo a Santa Teresa
y rezo al poner la mesa.
Leo a Miguel de Cervantes
y me quedo como antes.
Leo a Jorge Manrique
y hago coplas con mi psique.
Leo a San Juan de la Cruz
y es hermoso el ataúd.
Leo a Nietzshe y leo a Kafka
y la razón se me casca.
Leo y leo y León Felipe!!!
ser poeta es un flipe.
Leo ensayo, leo novela,
me paso la noche en vela.
Leo poesía, teatro,
crece mi alma en un rato.
Leer es una terapia,
los que no leen están ciegos
y sordos como una tapia.
De su libro
Leo a Santa Teresa
y rezo al poner la mesa.
Leo a Miguel de Cervantes
y me quedo como antes.
Leo a Jorge Manrique
y hago coplas con mi psique.
Leo a San Juan de la Cruz
y es hermoso el ataúd.
Leo a Nietzshe y leo a Kafka
y la razón se me casca.
Leo y leo y León Felipe!!!
ser poeta es un flipe.
Leo ensayo, leo novela,
me paso la noche en vela.
Leo poesía, teatro,
crece mi alma en un rato.
Leer es una terapia,
los que no leen están ciegos
y sordos como una tapia.
De su libro
Ser mayor es un timo
la lámpara mágica
es débil
para aclarar esta nieve de diciembre.
Wallace Stevens
habla para los mirlos
ante el pálido cuerpo
del invierno encendido.
Los límites son ramas de cedro,
tu piel una bandada de estorninos
esquivando respuestas glaciales
en su lluvia de alas.
Antes de que los pájaros se vayan...
Encuéntrame
lejos del exceso,
donde nuestras sombras
menguen con la misma voz.
es débil
para aclarar esta nieve de diciembre.
Wallace Stevens
habla para los mirlos
ante el pálido cuerpo
del invierno encendido.
Los límites son ramas de cedro,
tu piel una bandada de estorninos
esquivando respuestas glaciales
en su lluvia de alas.
Antes de que los pájaros se vayan...
Encuéntrame
lejos del exceso,
donde nuestras sombras
menguen con la misma voz.
viernes, 3 de diciembre de 2010
las medias de la luna se han roto.
y nadie sabe cómo se llaman los besos que no dimos,
¿ quién dijo que la vida fuera coeherente?
necesitamos pensar
que todo tiene un motivo,
que no vivimos chocando poro azar,
que hay algo que nos ata a la próxima luz,
que no estamos porque sí .
Nadie nos lo podrá asegurar,
por eso nos ponemos nerviosos,
escribimos poemas
o fumamos cigarrillos.
y nadie sabe cómo se llaman los besos que no dimos,
¿ quién dijo que la vida fuera coeherente?
necesitamos pensar
que todo tiene un motivo,
que no vivimos chocando poro azar,
que hay algo que nos ata a la próxima luz,
que no estamos porque sí .
Nadie nos lo podrá asegurar,
por eso nos ponemos nerviosos,
escribimos poemas
o fumamos cigarrillos.
jueves, 2 de diciembre de 2010
la primera vez que te vi
comías almendrucos
con la mirada lejos
mirada lejos aún reciente,
como si no te alejaras por el camino de los sauces,
como no hubieras huido del pueblo de piedra arenisca,
como si no tuvieras un baúl de fantasmas tenues,
como si solo fueras alguien comiendo almendrucos,
alguien entre muchos alguienes,
alguien que vive cerca,
un cuerpo,
otra voz,
esa risa,
aquel llanto,
alguien perdido en los huecos de la tarde,
en las horas que dejamos de contar.
comías almendrucos
con la mirada lejos
mirada lejos aún reciente,
como si no te alejaras por el camino de los sauces,
como no hubieras huido del pueblo de piedra arenisca,
como si no tuvieras un baúl de fantasmas tenues,
como si solo fueras alguien comiendo almendrucos,
alguien entre muchos alguienes,
alguien que vive cerca,
un cuerpo,
otra voz,
esa risa,
aquel llanto,
alguien perdido en los huecos de la tarde,
en las horas que dejamos de contar.
Vámonos a Brasil
para respirar su calor mojado.
Vámonos a Brasil
y perdernos vagando por las calles de Río de Janeiro.
Vámonos a Brasil a reinventarnos
como ya no se hace.
Vámonos a Brasil
a conocer pájaros de lluvia y fuego.
Vámonos a Brasil a playas
de cuerpo sencillo.
Vámonos porque aquí, el aíre nos vuelve cada vez más fríos.
para respirar su calor mojado.
Vámonos a Brasil
y perdernos vagando por las calles de Río de Janeiro.
Vámonos a Brasil a reinventarnos
como ya no se hace.
Vámonos a Brasil
a conocer pájaros de lluvia y fuego.
Vámonos a Brasil a playas
de cuerpo sencillo.
Vámonos porque aquí, el aíre nos vuelve cada vez más fríos.
miércoles, 1 de diciembre de 2010
El limón exhausto,
desgarrado y aún queriendo ser dulce,
sin conocerse en la quemadura
de un segundo,
en el cigarrillo que te atreviste a fumar
sobre ese reflejo
de ojos ausentes.
el dardo
el dardo permanece,
permanece ahí
ahí donde el cuerpo tiembla
como este diciembre de tiempo muerto,
como la naturaleza atravesada ,
como los árboles eléctricos que te niegas a ver,
esos tan diferentes a los que dan fruto
y el dardo está
está, está...
está en otra piel de limón
que también se aleja.
desgarrado y aún queriendo ser dulce,
sin conocerse en la quemadura
de un segundo,
en el cigarrillo que te atreviste a fumar
sobre ese reflejo
de ojos ausentes.
el dardo
el dardo permanece,
permanece ahí
ahí donde el cuerpo tiembla
como este diciembre de tiempo muerto,
como la naturaleza atravesada ,
como los árboles eléctricos que te niegas a ver,
esos tan diferentes a los que dan fruto
y el dardo está
está, está...
está en otra piel de limón
que también se aleja.
el éxodo es principio de otro ahora.
el anuncio
del tiempo tardío
vino con tu ausencia de miércoles
en mesas vacías,
como la carencia en los gestos
que sin ti
se me desatan,
en la metamorfosis
que no te paraste a contemplar
¿quién es?
preguntaste
y seguí caminando, como si ayer no hubiera existido nunca.
del tiempo tardío
vino con tu ausencia de miércoles
en mesas vacías,
como la carencia en los gestos
que sin ti
se me desatan,
en la metamorfosis
que no te paraste a contemplar
¿quién es?
preguntaste
y seguí caminando, como si ayer no hubiera existido nunca.
no llegaste
a tiempo
y se fueron los caballos
se rompieron los relojes
el teatro se apagó,
se disolvió el púbico,
se deshizo la catedral de plastilina,
cayeron los mitos como hojas tardías,
llegaron los nieves sobre la ladera del silencio
pero... perdí los guantes en el cuarto escalón.
Aún puedes devolvérmelos.
a tiempo
y se fueron los caballos
se rompieron los relojes
el teatro se apagó,
se disolvió el púbico,
se deshizo la catedral de plastilina,
cayeron los mitos como hojas tardías,
llegaron los nieves sobre la ladera del silencio
pero... perdí los guantes en el cuarto escalón.
Aún puedes devolvérmelos.
esperar un email
como quien espera una luz al final de un pasillo,
como quien viene de un lugar inexistente,
como quien llega desde la corteza de un relámpago,
como quien alcanza la superficie
después de un día bajo tierra,
como quien vuelve al calor de un cuerpo
después de una década con fantasmas,
como quien respira después
de vivir sumergida en el Titanic.
esperar un email
como el desierto que anhela un poco de lluvia,
como quien ha aprendido a hechar de menos
lo que nunca llegó a tener del todo,
como quien nunca deja de sentirse naúfrago
en un mundo que nunca es suficiente.
esperar un email
como si fuera la última voz en la piel
como quien espera una luz al final de un pasillo,
como quien viene de un lugar inexistente,
como quien llega desde la corteza de un relámpago,
como quien alcanza la superficie
después de un día bajo tierra,
como quien vuelve al calor de un cuerpo
después de una década con fantasmas,
como quien respira después
de vivir sumergida en el Titanic.
esperar un email
como el desierto que anhela un poco de lluvia,
como quien ha aprendido a hechar de menos
lo que nunca llegó a tener del todo,
como quien nunca deja de sentirse naúfrago
en un mundo que nunca es suficiente.
esperar un email
como si fuera la última voz en la piel
Labios de azul, dientes de espuma
Rubén Darío.
el cuello del tiempo
ha temblado y solo tú percibiste
su forma en la penumbra.
convivimos
en la cuesta del sol menguante
y queremos ser entendidos,
incomprendidos,
amados,
odiados,
seducidos,
retratados,
transformados
traicionados,
cuidados,
mencionados
y hasta consumidos
solo solo solo
pedimos
ahuyentar la indiferencia
antes de que nos quiebren las raíces:
no ser el producto que queda en el estante,
la camisa que queda en las rebajas,
una mirada que no provoca absolutamente nada,
nada- NADA- N-A-D-A
nada peor
que ser uno más.
Rubén Darío.
el cuello del tiempo
ha temblado y solo tú percibiste
su forma en la penumbra.
convivimos
en la cuesta del sol menguante
y queremos ser entendidos,
incomprendidos,
amados,
odiados,
seducidos,
retratados,
transformados
traicionados,
cuidados,
mencionados
y hasta consumidos
solo solo solo
pedimos
ahuyentar la indiferencia
antes de que nos quiebren las raíces:
no ser el producto que queda en el estante,
la camisa que queda en las rebajas,
una mirada que no provoca absolutamente nada,
nada- NADA- N-A-D-A
nada peor
que ser uno más.
con vistas a otro cuerpo,
con sombras de una onda electromagnética
llegas como el cortocircuito de un beso,
como el árbol que vivió más que el Empire State,
como el niño que juega a luchar
en un suburbio de México,
toses con voz de perro
y el humo cae por tus hombros.
Al respetar todas las restricciones
el ártico se te acerca demasiado
y por eso
cambias el termómetro para sobrevivir
ya que vivir viviendo
se te olvidó desde el principio.
con sombras de una onda electromagnética
llegas como el cortocircuito de un beso,
como el árbol que vivió más que el Empire State,
como el niño que juega a luchar
en un suburbio de México,
toses con voz de perro
y el humo cae por tus hombros.
Al respetar todas las restricciones
el ártico se te acerca demasiado
y por eso
cambias el termómetro para sobrevivir
ya que vivir viviendo
se te olvidó desde el principio.
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