grita si quieres
que la pared permanecerá intacta,
su voz es tan fría
como la piel de la piedra.
Dicen que llega el sol de invierno,
queda nieve sobre los hombros vacíos,
se deshace lenta,
demorándose ante las nubes detenidas.
Después de un millón de versos postergados
cuando nada tiembla en la laguna del poema
el tiempo ya no está:
hasta las horas cambian de destino.
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