¡cómo aprende la luna a renovarse!
ayer nos sentimos vivos,
siendo hierba en lluvia,
fuimos ese latido tangible
pero fugaz.
sé que esta intensidad de los días
destiñe mi cuerpo indolente
y tú sigues vagando por caminos inaccesibles
seducido por la voz de quien no regresa.
miranos,aquí estamos, jugando a intuir qué es lo que permanece.
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