poesia terapeutikoa
jueves, 20 de octubre de 2011
la afrenta fue su ausencia de pasión,
aquella monotonía intrínseca
adherida a una belleza casi tediosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario