lunes, 24 de octubre de 2011

you're not there, stupid.

Suenan los mismos acordes
pero se ha hecho tarde,
recorro el escenario
que quizás ocupaste
con una devoción velada
para comprobar displicente
que no estás.

No estás y eso es un hecho
tan real como la ecuación resuelta.
Siento que dios es un periodista escéptico
y retuerzo las hojas del periódico con amargura.
No estás.
Debería serme indiferente
pero no,
me desagrada.
Frunzo el ceño.
Se me empañan los labios
ante la terrible certeza de que nadie derramará una copa
ni se incendiará la barra
y todo porque no estás,
causa-efecto,
realidad sin porqué.
Bostezo.

No estás
y eso somete el universo a un orden rigurosamente aborrecible.

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