Pronunciar " FELIZ"
sin perderse en los acentos,
ejercicio ante la inmensidad
de las horas sin manos.
sábado, 31 de diciembre de 2011
viernes, 30 de diciembre de 2011
miércoles, 28 de diciembre de 2011
Después de tanto óxido,
cuerpos arrasados por la brutalidad del mar constante,
de los veranos herméticos
y el metal en clave.
Tras un despido
como letanía
y sal, mucha sal
sobre años errabundos,
cuando la vida era una migración dolorosa,
una fuerza sin latido
Después del temblor de la nieve,
como dulce tóxico pero inútil
vuelve la voz que tanto faltó
a una cala en la que ésta ya no espera,
a un lugar ánonimo
con un solo cartel:
Aforo completo:
NO SE ESPERAN VISITAS.
cuerpos arrasados por la brutalidad del mar constante,
de los veranos herméticos
y el metal en clave.
Tras un despido
como letanía
y sal, mucha sal
sobre años errabundos,
cuando la vida era una migración dolorosa,
una fuerza sin latido
Después del temblor de la nieve,
como dulce tóxico pero inútil
vuelve la voz que tanto faltó
a una cala en la que ésta ya no espera,
a un lugar ánonimo
con un solo cartel:
Aforo completo:
NO SE ESPERAN VISITAS.
lunes, 26 de diciembre de 2011
sábado, 24 de diciembre de 2011
soliloquio
establecer ideas
incongruentes porque saltan los días
como esquemas que no entienden
los lectores con prisa
o con pocas ganas de llegar al núcleo,
no sé,
tal vez
el núcleo sea solo un hueco
entre diciembre y el vacío,
en la esencia de lo que prevalece,
lo que prevalece
se nos graba en el gesto
por eso, hoy no, hoy no vamos a ser poema.
incongruentes porque saltan los días
como esquemas que no entienden
los lectores con prisa
o con pocas ganas de llegar al núcleo,
no sé,
tal vez
el núcleo sea solo un hueco
entre diciembre y el vacío,
en la esencia de lo que prevalece,
lo que prevalece
se nos graba en el gesto
por eso, hoy no, hoy no vamos a ser poema.
miércoles, 21 de diciembre de 2011
Eres tú
bajo la estela equivocada.
Medusa es muda
y confunde las horas
hasta perderse en andenes vacíos.
Virginia Woolf
ladea la cabeza
en un patio de caléndulas.
Nadie ha visto el lago cálido
sin la cascada cortante.
Diciembre es un mes
de piel convulsa
y sonrisa escuálida.
Volver al origen de la distancia,
errantes ante la mención de lo vivido.
bajo la estela equivocada.
Medusa es muda
y confunde las horas
hasta perderse en andenes vacíos.
Virginia Woolf
ladea la cabeza
en un patio de caléndulas.
Nadie ha visto el lago cálido
sin la cascada cortante.
Diciembre es un mes
de piel convulsa
y sonrisa escuálida.
Volver al origen de la distancia,
errantes ante la mención de lo vivido.
viernes, 16 de diciembre de 2011
Miedo de la mujer- burbuja
La ciudad zumba como abeja insomne,
Ritmo sintético,
Pequeña explosión
Que estremece las Ramas sobre el suelo de piedra,
No queda escarcha en Diciembre.
Ella lo sabe
Pero permanece ajena
En su trinchera de luces cálidas,
Hablando en voz alta,
Sumida en la cadencia
Del eco íntimo,
Elevando imágenes
al borde del silencio.
Él será una voz más en el zumbido lejano
Mientras ella bosteza
Sin querer averiguar
La intensidad del olvido.
Su rostro
Como un fantasma de nieve,
Frío charco mojando
lazos flexibles.
No lo debe saber.
Mordisco áspero.
Entorna los ojos.
La vida se respira mejor despacio.
Un letrero advierte “ No pensar”
Tañido de campanas,
El tiempo lento
Arrastra incertidumbre.
La ciudad es una hiena
Que se prepara para devorar
Noches frías,
Cercanías escuálidas.
Se desgaja la luna,
Callada queda su protección.
Ella, piel- isla,
Cadáver-amapola,
Labio- cuchillo,
Trazo-borrón,
Órbita de eje independiente,
Línea sin cruce,
Ser extraño y matinal.
Se pone a recordar,
Y Susurra,
Y Replica:
Lo efímero es menos temible
Que el pudor de la sangre
Ante la evidencia sepultada:
Al desatar abrazos en la lluvia,
Las galaxias se han divorciado de la luz.
martes, 13 de diciembre de 2011
La gente siente miedo
Al verme tan entera y sola,
Gente es una entidad sin calor,
Identidad o constancia.
Concepto ajeno.
Territorio baldío.
Paraíso infértil.
La humanidad es la costumbre
Del nido constante,
Del caparazón estratégico,
Del disfraz para pertenecer a alguien
Y así delegar
las contraindicaciones de su voz propia.
Al verme tan entera y sola,
Gente es una entidad sin calor,
Identidad o constancia.
Concepto ajeno.
Territorio baldío.
Paraíso infértil.
La humanidad es la costumbre
Del nido constante,
Del caparazón estratégico,
Del disfraz para pertenecer a alguien
Y así delegar
las contraindicaciones de su voz propia.
constatación.
El panteón es una nube
Y todos los dioses se evaporan bajo la lluvia.
Somos aves y espigas,
El humo atemporal de los vacíos,
Vivimos un submundo de paneles de cristal
Y carátulas resistentes.
Poemas sostenidos sobre el temblor,
Llevamos,
Bajo los párpados
El enigma de los peces sin abismo,
De las tortugas sin agua,
De las sirenas sin infancia,
En una infancia donde nadie
Se detiene ya para contarnos cuentos. .
Y todos los dioses se evaporan bajo la lluvia.
Somos aves y espigas,
El humo atemporal de los vacíos,
Vivimos un submundo de paneles de cristal
Y carátulas resistentes.
Poemas sostenidos sobre el temblor,
Llevamos,
Bajo los párpados
El enigma de los peces sin abismo,
De las tortugas sin agua,
De las sirenas sin infancia,
En una infancia donde nadie
Se detiene ya para contarnos cuentos. .
domingo, 11 de diciembre de 2011
sábado, 10 de diciembre de 2011
Dolor de la mujer-muralla.
C’est très misterieuse…
Elle ne sait pas quoi
Mais quelque chose est changé…
No quiso
No quiso volverse,
Su soledad había llegado
Torciendo los bemoles de la noche,
Diciembre era
Una habitación temblando contra el vacío
llena de palabras muertas
y ecos de lunas inexistentes,
quimeras sobre la línea
de su vida,
la vida siempre como límite,
trazo inesperado,
danza voluble de pasajeros en la distancia.
No quiso
No quiso asediar
aquella única presencia de luz,
aquel parpadeo al abrigo de una canción,
A veces presente,
Otras no,
No quiso
No quiso volverse,
El frío había calado su estructura,
Dolía.
Elle ne sait pas quoi
Mais quelque chose est changé…
No quiso
No quiso volverse,
Su soledad había llegado
Torciendo los bemoles de la noche,
Diciembre era
Una habitación temblando contra el vacío
llena de palabras muertas
y ecos de lunas inexistentes,
quimeras sobre la línea
de su vida,
la vida siempre como límite,
trazo inesperado,
danza voluble de pasajeros en la distancia.
No quiso
No quiso asediar
aquella única presencia de luz,
aquel parpadeo al abrigo de una canción,
A veces presente,
Otras no,
No quiso
No quiso volverse,
El frío había calado su estructura,
Dolía.
viernes, 9 de diciembre de 2011
Perdimos la morfología,
la semántica
y el sueño
hasta perdernos en un papel,
hasta asemejarnos
al lienzo que provoca una herida.
Descubrimos callejones al borde del páramo,
bebimos galaxias
hasta calmar la turbulencia de la boca
que siempre tiene hambre,
de los ojos que siempre
necesitan ver,
del invierno que no sabe quedarse solo.
la semántica
y el sueño
hasta perdernos en un papel,
hasta asemejarnos
al lienzo que provoca una herida.
Descubrimos callejones al borde del páramo,
bebimos galaxias
hasta calmar la turbulencia de la boca
que siempre tiene hambre,
de los ojos que siempre
necesitan ver,
del invierno que no sabe quedarse solo.
El transcurso de los años
había sido pausado
como un trabajo doloroso,
la explosión más lenta
en una sala insonorizada
de colores extraños
y geografía ausente.
Ahora la ciudad no era tan grande,
sus calles son viejas conocidas
y no busca destierros en otras voces,
respuestas en otras sombras,
solo se deja arrastrar por el invierno,
sin destapar los huecos de la memoria
ni proclamar lo vivido al silencio.
había sido pausado
como un trabajo doloroso,
la explosión más lenta
en una sala insonorizada
de colores extraños
y geografía ausente.
Ahora la ciudad no era tan grande,
sus calles son viejas conocidas
y no busca destierros en otras voces,
respuestas en otras sombras,
solo se deja arrastrar por el invierno,
sin destapar los huecos de la memoria
ni proclamar lo vivido al silencio.
Los ángeles disfrazan su piel
con hierba seca,
la noche envejece huellas inmaduras
y la suspensión del deseo
arde en un frasco de cristal.
Los jaguares predicen
el retumbar de este sueño
pero la mujer impulsiva no quiere entender.
Será después,
una noche sin adjetivos
cuando llegarám los años
y su cuerpo no danzará más.
con hierba seca,
la noche envejece huellas inmaduras
y la suspensión del deseo
arde en un frasco de cristal.
Los jaguares predicen
el retumbar de este sueño
pero la mujer impulsiva no quiere entender.
Será después,
una noche sin adjetivos
cuando llegarám los años
y su cuerpo no danzará más.
jueves, 8 de diciembre de 2011
Una mujer baila inconsciente
con el bosque cerrado,
derrama su inquietud sobre las ramas,
se cierne sobre ella un presagio de olvido
y titubea un instante,
no lo sabe
pero ha encendido hogueras en el lobo gris.
La mañana
sugiere seda confusa
y abismos en la voz del silencio,
todos los robles susurran estremecidos
al compás de su sentir enmarañado,
esta tierra la siente palpitar con los cercos de la luz.
con el bosque cerrado,
derrama su inquietud sobre las ramas,
se cierne sobre ella un presagio de olvido
y titubea un instante,
no lo sabe
pero ha encendido hogueras en el lobo gris.
La mañana
sugiere seda confusa
y abismos en la voz del silencio,
todos los robles susurran estremecidos
al compás de su sentir enmarañado,
esta tierra la siente palpitar con los cercos de la luz.
lunes, 5 de diciembre de 2011
La mañana
el expreso,
las palabras tan impresas
empujándose
al borde de la taza.
Como pájaro sin tierra,
la mujer vive con maletas
y ganas de otro mar.
El cine los une.
Ella deja de ser un todo.
Él llega para velar por los párpados que tiemblan.
Vínculos como onda magnética.
Inscripciones en la piel más tersa:
Ya no se va, ya no se va...
No se debe vivir siendo amantes esquivos,
arquitectos de belleza pálida,
escuálidas ramas de luz calculada
huyendo contra dunas de labios,
contra la paz de un abrazo
donde la piel se renueva
en los títulos de crédito
o en cualquier escena,
sin selección,
solo al azar.
Y ya no se va, ya no se va-....
el expreso,
las palabras tan impresas
empujándose
al borde de la taza.
Como pájaro sin tierra,
la mujer vive con maletas
y ganas de otro mar.
El cine los une.
Ella deja de ser un todo.
Él llega para velar por los párpados que tiemblan.
Vínculos como onda magnética.
Inscripciones en la piel más tersa:
Ya no se va, ya no se va...
No se debe vivir siendo amantes esquivos,
arquitectos de belleza pálida,
escuálidas ramas de luz calculada
huyendo contra dunas de labios,
contra la paz de un abrazo
donde la piel se renueva
en los títulos de crédito
o en cualquier escena,
sin selección,
solo al azar.
Y ya no se va, ya no se va-....
Liban
aquellas flores de loto azul.
Las casualidades dejan charcos extraños.
El insomnio reblandece las orillas de la voz.
¿Dónde se sentaron los que no temían volver al origen?
Ser testigos de su ser sin ser
por el tiempo del granizo
por los lugares individuales
por el espacio entre las bocas desatadas.
Las casualidades dejan charcos extraños.
El insomnio reblandece las orillas de la voz.
¿Dónde se sentaron los que no temían volver al origen?
Ser testigos de su ser sin ser
por el tiempo del granizo
por los lugares individuales
por el espacio entre las bocas desatadas.
.
Aquel hombre inseguro escuchó siempre palabras pequeñas
pero cambió el foco hasta que se parecieran algo más al amor
( o como se llame esa molesta adicción por islas ajenas) .
Los ecos del invierno salvaje no sabían amansarse,
aquellos hilos no le permitieron un solo roce,
un movimiento, la tensión era marea viva,
solo quedó dejarse llevar,
mecerse en sus olas,
prenderse en su fuego tembloroso,
perderse en su viento de flores lentas.
Aquel hombre inseguro escuchó siempre palabras pequeñas
pero cambió el foco hasta que se parecieran algo más al amor
( o como se llame esa molesta adicción por islas ajenas) .
Los ecos del invierno salvaje no sabían amansarse,
aquellos hilos no le permitieron un solo roce,
un movimiento, la tensión era marea viva,
solo quedó dejarse llevar,
mecerse en sus olas,
prenderse en su fuego tembloroso,
perderse en su viento de flores lentas.
domingo, 4 de diciembre de 2011
Mordaz
y tibia,
pálida
como un domingo invernal,
desprende inercia
mientras se formalizan
las iniciales del día.
Distancias
en vías independientes.
La metrópolis les trajo una vez café, miedo y unión.
Pero los kilómetros no cesan
de pasar.
Y la gente toma decisiones.
Cambia su abrigo.
Muda la intención.
Se estudia el gesto.
La mañana,
sus huellas sobre piel hermética,
timbre de melodía desvanecida.
Él es una voz lejana.
Los instantes de la ciudad fragmentos de un sueño encendido.
Sus labios se curten en la espera.
y tibia,
pálida
como un domingo invernal,
desprende inercia
mientras se formalizan
las iniciales del día.
Distancias
en vías independientes.
La metrópolis les trajo una vez café, miedo y unión.
Pero los kilómetros no cesan
de pasar.
Y la gente toma decisiones.
Cambia su abrigo.
Muda la intención.
Se estudia el gesto.
La mañana,
sus huellas sobre piel hermética,
timbre de melodía desvanecida.
Él es una voz lejana.
Los instantes de la ciudad fragmentos de un sueño encendido.
Sus labios se curten en la espera.
sábado, 3 de diciembre de 2011
El tren marca el pulso
de las palabras esbozadas en el cristal.
Vernos marchar,
sentirnos sobre el andén de la memoria
que salpica besos
para que perduren a través del tiempo
de la distancia,
de los teléfonos rotos
y los lunes neuróticos,
Cuando todo despierta en desorden
y no sabemos encontrar el interruptor de la luz.
Hemos vivido un viaje tan vivos
siendo naufragos de ciudades insomnes
y abrazos como semáforo en rojo.
Vida,
somos,
sentimos,
observamos,
enriquecemos,
caemos en equívocos
y volamos como nebulosas,
dejamos de calcular,
el cielo es un techo de cuero,
maduramos:
Estamos creando un escenario,
el refugio ante la inhospitalidad de los ojos más fríos,
y la lejanía se clava
pero esta consciencia esculpe,
Es algo hermoso y frágil,
como una caja de cerámica.
de las palabras esbozadas en el cristal.
Vernos marchar,
sentirnos sobre el andén de la memoria
que salpica besos
para que perduren a través del tiempo
de la distancia,
de los teléfonos rotos
y los lunes neuróticos,
Cuando todo despierta en desorden
y no sabemos encontrar el interruptor de la luz.
Hemos vivido un viaje tan vivos
siendo naufragos de ciudades insomnes
y abrazos como semáforo en rojo.
Vida,
somos,
sentimos,
observamos,
enriquecemos,
caemos en equívocos
y volamos como nebulosas,
dejamos de calcular,
el cielo es un techo de cuero,
maduramos:
Estamos creando un escenario,
el refugio ante la inhospitalidad de los ojos más fríos,
y la lejanía se clava
pero esta consciencia esculpe,
Es algo hermoso y frágil,
como una caja de cerámica.
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