Los ángeles disfrazan su piel
con hierba seca,
la noche envejece huellas inmaduras
y la suspensión del deseo
arde en un frasco de cristal.
Los jaguares predicen
el retumbar de este sueño
pero la mujer impulsiva no quiere entender.
Será después,
una noche sin adjetivos
cuando llegarám los años
y su cuerpo no danzará más.
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