sábado, 16 de junio de 2012

desterrada de ti.

Gocemos  de este cénit de infelicidad productiva.


lo peor no es lo dicho,
lo audible,
lo latente
sino lo encubiertamente sugerido por su sepulcral silencio.
deshilachando posibilidades
el cerco se estrecha.

Aplazar la felicidad,
saboreando el placer del éxito y la muerte.
Se muerde la lengua:
quema sus labios de gato.

La continuidad de lo efímero
lame sus cenizas,
hay luz,
pero está restringida.

Proseguir,
avanzar,
y bailando con la asfixia,
ensuciarse de tiempo.
La raíz que desata
los cuerpos roídos
esta desabrigando este instante.

Ese globo de color intenso es frágil
¿Quién lo cuida?
 La noche se cierra
y no encuentro a nadie.

eco.

El frío cúmulo de conceptos
asedia su última coraza.

El vértigo palpita terco
ennegreciendo la tarde con su sempiterno zumbido,
la piel se degrada lenta y consciente.

Esta hostilidad prolongada de las horas
es maliciosamente creativa.



miércoles, 13 de junio de 2012

Estudia la evidencialidad
y ese pulso cóncavo de la espera
derrumba las columnas del ayer.

La ensoñación del  presente
es un enjambre de luz.

Depuis longtemps.

Este silencio crepita
sobre nuestro vivir interrumpido,
abrazando límites de luz
en mapas temporales.

Las llamas son mi vértigo,
no te nombro porque estás en mí.
Amanece sobre nosotros,
títeres en vilo,
artesanos de permanencia.

Lo sublime
sabe dulce porque está herido,
es temblor que al derramarse
 nos crece:
como manzanas maduras
nos curtimos de azul en azul,
de surco a continente.