jueves, 18 de febrero de 2016

El plazo
es la antesala del mal sueño.
El mundo es azul marino
el azul marino es el color de la reflexión.

No hay muralla ni fortaleza,
solo queda el verso libre como maniobra
cuando la realidad no puede ser evacuada.

La trascendentalidad es el café convulso
de las siete y veintiséis
mientras el miedo se establece
en el flanco del día
y la conciencia se enfrenta
a un despertar autogestionado.

Trepar más allá de la conciencia
mientras la incertidumbre te araña las manos

Qué responder
cuando has perdido las piezas necesarias para planificar el discurso

      Por qué estupor cuándo angustia dónde frío

Los días no se pliegan porque son menos flexibles que el lenguaje

Días estáticos en los que saboreas
la tormenta tan agria en tus labios secos.

No hay toalla ni forma de enjuagar este atasco de lágrimas enloquecidas dentro de ti.

No pronuncias porque estás ciega,
no vislumbras la salida
y dejas que se te derritan las razones.
Jadeas entre álamos oxidados,
se te entumecen los gestos
ante el invierno amplificado

Te reconoces efímera y torpe,
por eso vives atenazada por el miedo
de que alguien lo descubra.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Esta ciudad tan propia y ajena
se refleja en la latitud inexacta
de las miradas que la atraviesan por rutina

Herida por la continuidad
y en busca de un espacio
para detenerte
como el turista
que hace tiempo fuiste
pero que apenas recuerdas.

El monólogo en el que vives
te desgarra la voz
voz cuyo eco suena a sollozo.

Todos saben que las palabras
se marchitan antes de nacer en tu garganta.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Resiliencia
ante el estupor al comprobar
que hasta el último centinela
abandona estas ruinas.

Los pájaros evitan esta dirección
y la lluvia acelera su caída.
El gris infinito se conmueve
cuando el oxígeno disminuye.

Y no hay aire,
ni fulgor,
solo resignación
ante la certeza
del castigo sobre
estos cuerpos
arañados.

Se me rompe el verbo
mientras los barcos huyen
para no ver lágrimas colapsadas
ni el hielo que perdura.


Perder las coordenadas,
todo es laberinto y asfixia.
Han apagado las luces,
todos bailan
y nadie te oye gritar.

jueves, 4 de febrero de 2016

Estar sin ser,
la obligación
te sepulta.
Estás pero no eres,
duermes pero no sueñas,
y tratas de esconder esa carencia
tan infinita
tan evidente
que la superficie de ti misma queda vulnerada.