jueves, 29 de septiembre de 2011

quiero
algo en la pizarra,
desvélame el secreto,
necesito un poco de seguridad.
Septiembre tiene la belleza triste
del principio atardecido.

Estallan voces y mueren gestos,
se rasgan pantallas
mientras nos nevamos en el mar más cálido.

Esta tierra tiene silencios
que nos pertenecen,
paraguas ineccesarios,
estuches nuevos,
ventanas al sol,
conceptos inabarcables
en el susurro definitivo
que encadena
poesía y miedo.
Desestabilizar esta rutina sería la causa más justa.

No quiero utopías,
solo tu boca de león insatisfecho.
Respirar profundo
o la pausada batalla
del deseo.

Cuánto
nos gusta
vivir en vilo.
¿Dónde quedó
la sencillez de tu acento?
Fluye la memoria,
es un torbellino de sal.

La vida,
días contrapuestos
sobre mis rodillas.
trazas un mapa riguroso,
tus antepasados eran suizos,
apuntas con el mecanismo de un reloj,
esta ausencia es un proyecto arquitectónico,
los pilares se me derrumban
y aún falta media hora
para que sea medianoche.
En un instante,
interconectas
las huellas de la voz,
un espectograma confunde las variaciones,
pero algo es pronunciado


son los restros de tu nombre sobre el colchón.
arco de luz,
lluvia sin tiempo,
lluéveme
o soy sequía.
La psicología del tigre a veces falla,
lo ausente acelera el pulso,
presuposiciones y posibilidades,
un quizás
elevado al cubo.

Dame distancia
te daré cercanía.

Bésame, ya que no tienes palabras.

La noche es una hoguera gris,
nadie sabe dónde se esconde el jaguar esperado,
todos quieren saciar la sed invariable,
en bandadas,
se acercan unos a otros,
buscando el origen del calor.

Y caminar sobre lo intuido...
raspar la noche
por si algo se incendia.

¿Cómo
barajarán las cartas,
si ya lo saben todo?

miércoles, 28 de septiembre de 2011

No quiere a alguien como tú,
desea algo diferente.


Despides,
caminando
con la certeza de olvidar aquellas ruinas.


Archivo borrado. Documento en blanco.
Tinta palpitante en tus manos,
marea viva desprendiéndose de ti.

sobre el corto I love luci.

Quiero un hombre que me regale dientes cuando al despertar los pierda,,
que me vea lejos de un frío objetivo
y calme los cuchillos del cristal,
que me ayude a buscar a mi perro en la ciudad decadente,
caminando a mi lado
para mantenerme en pie
por si pierdo el equlibrio.


Las comedias me son casi ajenas
quizás por eso las admire tanto.
el titubeo
es señal
de un aguijón oculto,
del veneno que florece invisible,
bajo cinco capas de seda y doce de esparto.
nerviosa,
siente sus palabras derramándose sobre la mesa,
no hay cala que pueda protegerla
del presente destierro al silencio.

Algo oprime su cuerpo,
ante ella,
una realidad estática,
el espectador indiferente
perforando la seguridad de su cielo.
Mecer las posibilidades entre copas,
con esa sonrisa insondable de coraza,
antes de caer al vacío
pero con cuerdas de retención:
Nunca
hay
que
caer(se)
dar(se)
del

TODO

cálculo riguroso,
palabra amontonada
y distancia expuesta


Lo complicado fascina por serlo,
es así de simple.

martes, 27 de septiembre de 2011

escribir es un rasgo del miedo,
significa desterrar el impulso de la voz,
jugar con lo omitido,
darle patadas
al encender memoria,
escribir
o adaptar la realidad a algo tangible.
El amor sustituido no sacia,
condena.

Aproximarse al mar,
saberse inalterable,
aún por descubrir
en la tercera capa del olvido.
¿Cuándo el fin del mundo?
o solo
quizás
algo
que rompa
este cristal aislante.

mi cuerpo
es caja blindada,
los versos mudan
con las estaciones,
las estaciones derivan al mismo reflejo.

Un cambio,
alguna rotura en los acordes disciplinados,
añorar el desequilibrio intenso
pero remoto, ajeno, lejano.

No me incumbe.
No roza.
Es extraño.
el plan también se quiebra,
ojalá me hayas sentido ausente.


las distracciones son útiles
pero satisfacen solo unas horas,
matar el tiempo con colmillos afilados,
viajar contigo en una metáfora.

imposibilidad sugerente,
presagio certero én manos cansadas.

Todo en orden.
Motivación temblorosa.

lunes, 26 de septiembre de 2011

la vitalidad del volcán
acabará siendo mito.

un gato espera,
la noche calla en mí
como luna muerta.
Lágrimas,
túneles,
escarcha,
belleza,
inutilidad en estrategias defensivas,
puñal ante la rendición anticipada.

mi mano tendida
en el vacío,
buscando el dique
que no se rompa,
un refugio contra este primer frío otoñal.

Fuera cantan.
Las voces son murmullos,
la noche nunca se apaga.
Y sola aquí
la luz,
el desierto,
una pantalla.
Aislar el deseo
para acercate.

Los vasos colmados
no provocan escritura.
su ausencia le golpeó la boca,
el cansacio fue un efecto secundario,
ni la casualidad más fingida
ni la madurez intacta
salvaron el abismo
de ella a él.

Bien sabía que era aquel darse
lo que intoxicaba la alfombra,
pero seguía reencontrándose
en círculos vitales,
royendo el mismo queso,
vistiendo al mismo tigre,
derramando el néctar como si fuera coca-cola.
Sena,
Tíber,
Támesis,
Ebro,
Tormes.


los ríos son espejos inaprensibles,
arrastran memorias complejas,
son un paradigma del olvido,
el tránsito es eterno,
no hay perros en la orilla,
no los han visto.
Enfurecida
bramas
pero eres toda silencio,
cristal y herida,
muñeca de barro
en un metro sin estación,
el respirar
es un nudo más,
el nudo evita incendios,
construye fortalezas de sal.

Hermética, te pliegas como un periódico,
todas las llamas han vacilado
ante una serpiente camuflada,
¿Dónde está el terrón de azúcar
que robaron los niños?
Nadie lo sabe,
necesitas glucosa
y un curso urgente de caligrafía.

Pero eres la abstracción
de tu escritura,
el surco sin razón,
la llanura del desierto más pálido,
donde no hay viajero que no se asuste,
o margen que no duela.
trasiego,
euforia,
soledad,

palpar la realidad
sin entenderla bien,
aún quedan cuestas,
hay pájaros que creen conocer las alturas
sin entender la cautivadora fragilidad de la tierra.
es este ir y venir,
son luces, luces
emanando de ti.
eres piel de serpiente
y palabras enroscadas.

el humo no existe
en el cielo tan azul.

este principio sabe a pasado,
pero aquí nada permanece

no hay sensor
que monitorice tus latidos.

domingo, 25 de septiembre de 2011

prayer

aferrarse a horarios rígidos,
para que, por favor,
no queden huecos.
Me he acercado a tientas,
el miedo es mi capa de ozono.

Nadie facilitará nombres
cuando la calle esté vacía.
error sobre error,
tantos tejidos en la nieve
del retorno,
será que mañana
es una promesa confusa,
que no encuentras sentido
al viaje,
que te pierdes al explicar,
en vano,
lo tan sentido,
esa explosión constante
e interna
que asusta
esa otra piel de granito candente

la vida
o como remendar grietas.

sábado, 24 de septiembre de 2011


si me hubieras llevado contigo


no
escribiría
sal, sangre
tinta, imán,
nido vacío,
surco agrio,
piel curtida,
necesario sigilo.

en los folios sueltos,
en la telepatía con el lobo azul.

Me pregunto
si serás tú
la niebla que me envuelva
algún día.

El verso incorruptible
en la forma de unos labios.
El tijeretazo definitivo
a los recortes de la distancia.

No sé.
Ojalá lo seas.

¿qué ruta
siguen los pies sin densidad?
¿ a dónde vamos cuando
dentro de nosotros
hay leguas inabarcables?

encontrarse por sorpresa,
enlazar cabos
tan tibia,
casi con desgana.
tu boca
sabe a rutina,
la mía no se define
en un verso,
buscas
una explosión en mí
enredándote en cables de alta tensión.
hablabas sin saber
y se me escurría el agua,
la noche se enfadaba con nosotros,
los campos,
lo que nunca germina,
aquel profeta equivocado,
las horas sonámbulas sobre el colchón de piedra.

Todas las ventanas dan al preludio
de algo.
Quizás, sea éste el preludio de ti misma.
viniste a ponerme un bozal,
no ibas prevenido,
mi mordedura no mengua
con el latir del agua.

lo perdurable nos acerca a veces
al escenario de la muerte.
hay faquires
adictos a la problemática de las preguntas,
mañanas que dicen no al silencio,
espumas cortadas en invierno,
besos robados en algún secuestro.


Nos amamos y llegaron los mosquitos,
la noche se nos pegaba a los tobillos
y no entendiste
pero nos preguntamos
porqué esta vida
es el temblor tan profundo,
un estupor en la víctima del tigre blanco.
el orden de las hojas
es correcto.

siempre un riesgo detrás del velo
pero este hogar reduce lejanías.

viernes, 23 de septiembre de 2011


El miedo es un planeta que no entiendes,
no existe el retroceso,
por eso,
al volver al origen
nunca encuentras aquel último punto.
Vivir una vida metamórfica,
el equilibrio es el mito
que dejaste para mañana,
cambiar aprendiendo,
aprender para escribir,
escribes porque la vida
se te desata en cada gesto
y no encuentras otra forma de explicarlo.
No sabe
la cuesta ha cansado mucho sus promesas:
Quizás la extinción de la lluvia
llegase más tarde
que la voz definitiva,
que la piel permanente,
que la historia sin pliegues.

jueves, 22 de septiembre de 2011

acoger
luces débiles
en el retorno
al inicio.
no guardaba rencor,
descubrirlo hizo que se sintiera tan joven,
tan pura,
tan nueva...

planetario


Vivo.
Razono.
Siento.

quizásnodeberíamoshablartanto

ayerdeseéquenosquisieramosmás.


hay constelaciones en los porqués del silencio,
miras,
sonrío,
postergamos,
no entiendo.
bebiste leguas
en el país de los cuerpos ingenuos,
creías que la dirección
no conocía espejismos,
que la cercanía apagaría
las heridas de aquel marzo
sin oxígeno
sin piel,
sin rastro ni puntos de sutura,
fuiste el volcán de las mujeres nubladas,
grito enterrado en las escamas de una cobra.


Lo irrevocable resucita
con la madurez de la fruta,
pero ahora no es antes,
la voz aterriza a destiempo,
este azar tan bello
es el juego más sigiloso,
la llamada del viento.
Hay trenes que van y vienen,
andenes deshabitados por la voz
y redes de seda compleja.

El café sabe a principio,
por eso sabe tan intenso
al paladearlo antes del viaje.
No rieges la tierra
que no sientas tuya.

Volver como cáliz
en el desierto más árido.

La tierra no es barro,
hierba ni geografía,
es un origen compuesto de latidos
y otras adhesiones necesarias.
Un último amanecer
le libra de lo que no puede intuir,
las luces vespertinas encienden
la ciudad,
sus árboles murmuran débiles,
el río transcribe palabras perdidas,
no hay eco comparable a su lento temblor,
alguien canta a lo lejos,
no hay conexión con su letra tenue,
es tan solo un ligero zumbido
bajo la ilusión de la mañana más limpia.

No lanza guijarros contra la ventana del león,
el rencor es el rastro débil
de una pasión inmadura.
La distancia para despejar paisajes.

Ella se va,
pero ha vivido mucho,
este tiempo ha sido el filo
del cuchillo más lento,
el renacer de las naranjas
tras tanta interrogación confusa.

Ahora entiende.
Por eso ama tan despacio,
tan lento.

Ha descrito un círculo,
su boca es la sombra en el eclipse,
hay seísmos de luz en su caminar pausado.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

- past x- present y-future.


we used to be past perfect.María de Miguel.

Se queman los que han temido y han quedado callados en perpetua reacción.Carmen Crespo Ruiz

We're just consequences,
dijiste después de romper el último plato
de la vajilla china.

Después te hiciste el sueco,
te tembló el olfato
víctima de tus propias mentiras.


Había demasiadas lunas sin motivo,
los huesos nos habían integrado,
nadie procuró saber nada.
Procurar es presagio,
los presagios son errores de un futuro
sin derecho a edición ni voto.

La ciencia nos iventó para el dolor,
demasiado alto nuestro orgullo,
ardor de estómago en los impulsos
hundidos por el naufragio.

El perdón del fuerte
llegó a mediodía,
el último autobús huía a la guarida del lobo.
Volver es arrepentirse,
el arrepentimienta provoca insomnio en el gesto más indiferente,
rasga la garganta del loco.

Demasiada cafeína en tus abrazos,
demasiado es poco cuando tu cuerpo ha temblado tanto.
Te retuerces inconsciente en el baño.
Vomitas ideas, reproches, la forma en la que te castigas
los viernes al mirarte en el vaso encharcado.


La vida,
habían dicho inconscientes,
como si los cortes menguaran con el tiempo,
y quizás mañana
hubiera sido ayer,
quizás ahora no estuvieramos girando al rededor de este punto tan muerto.
Los incendios se apagan,
las brasas no.

Tu risa es un cóctel psicotrópico,
estás hecho a la medida de los juegos,
reunidos el cálculo y la medida
en la que callas los mordiscos del recuerdo.


María de Miguel et Ane González.

martes, 20 de septiembre de 2011


a M-etxu.

Extender un hilo que me mantenga cerca de ti,
reconstruir canciones de memoria
y escucharlas en tu voz.

Antes, cantábamos juntas.

Dibujar tu presencia en el horizonte,
reír si sé que eres feliz,
buscar el resplandor de tus pupilas verdes,
desear el reencuentro al final de septiembre.
Si siembras cal,
nadie te devolverá espuma.

Gracias por zurcir bien el camino a casa.

dame un mapamundi:
quiero destrozar fronteras,
las fronteras son cicatrices,
las cicatrices son el ático de la incomprensión,
límites, límites,
no quiero tantos límites,
nos empequeñecen la visión,
son las excusas del inadaptado,
la barrera a la voz más clara,
el desdén ante la belleza que supone la normalidad.
Aquel perdón
reconstruyó el templo más devastado.

Crecían almendras
en sus pupilas,
era hija de las naranjas maduras,
del tiempo de sangre tibia y menta intensa.

globe


we're just circles in the rainbow.

dijiste que éramos solo consecuencias
y deseé llegar al principio del Big Bang.


No hay cuerda ante el reflejo del dolor,
no entramos por ninguna puerta
a este ciclo de rasguños encendidos,
me he marchado a enterrar la transición de los años grises
en el desván de las palabras muertas.

Una nueva era.
Los acordes son ajenos,
por eso deslumbran.

Las nieblas del Izarraitz,
un canto a la hierba,
Oteiza multidisciplinar
en un escenario tan alto
que produce vértigo.

El consuelo de los tristes tigres,
los soportales de la ciudad oculta
bajo las sábanas,
un fulgor más allá de los balcones,
la terraza del lector abstemio.
dejále intoxicarse de este septiembre azul,
que su savia se sepa regenerada al final del péndulo.

No hay cuadrícula que atrape a quien
bajo la inconsistente prolongación del día
sienta esta liberación profunda.

Ella es ya una constelación en sí misma.
Decir tanto para ocultar lo esencial,
las palabras son coraza
ante este miedo ahuyentado ayer
resucitando al alba,
cuando ni tu capuchino endulza el peso más constante:

Un eterno tambaleo con los juegos del vértigo,
la incorruptible presencia de lo omitido

give me one more chance...

le dirige una mirada ambigua, la noche los separa justo a tiempo,
sus direcciones son opuestas,
él escucha
desconcertando sus poemas
con sigilo gatuno,
como quien teje la luz de este septiembre aún estival.

Dimanche lente.



Olvida las ruinas, le dice al enemigo.

María Rosal.

Ni el Aullido de Ginsberg es suficiente
para aplacar estas palabras selladas
en sangre y carmín
palabras de un único ayer,
ayer es el sueño con tinta azul,
la arquitectura del olvido,
respuestas herméticas en vagones al azar,
láminas de impulso
para saciar la sencillez de estar vivos.


Nadie dice nada,
el amanecer resplandece en este cuerpo
que se atreve a confíar
pese a los autobuses alejados
y aquellos siete minutos
sobre el andén,
como una esfinge,
esperando la cercanía
a través una postal
con Andy Warhol meciendo la pesadumbre ligera,
marchitándose en el nerviosismo de unas manos
inundadas de deseo,
reteniendo la pasión temprana
después de quebrar aquella última muralla
del hombre de neón oscuro.

No queda recelo
en los ojos sin sueño otorgado.
Caladas de infinito más cerca,
descubrir el origen al caminar escuchando ecos.

La esperanza es un pájaro errante
cuando no entendemos los porqués de la tierra.
El cuerpo vacío y expuesto,
entregado al valor y la espera.

No hay golpe tenue,
ni garganta salvable
al paso del tiempo.

Había olvidado el placer del riesgo,
vivir tan rápido y dulce,
vertida en la adhesión improbable a un ángel maldito
por su belleza.

Conocer el dolor,
integrarlo al mural,
traducirnos en este gesto.

Aquí, un cuerpo vendado
pero aún joven,
otra inscripción sobre piel prematura:
su futuro;
no existe mar más blanco.

domingo, 18 de septiembre de 2011

las ruedas giran
¿dónde se rompió la máquina del tiempo?
No nos quedan montañas,
habrá que escalar vuestra altivez.

anyway,

Al desprenderse la rutina,
tras tanto titubeo
y palabra invertida,
ella se atrevió
para sentir el dulce eco de la liberación
sobre sus hombros cansados.

Había jugado sus cartas,
solo cabía esperar.

el peso

de la comunicación,
el rincón después de las voces,
la escritura sin alma
y otras obligaciones que asustan.
Con aquel vestido blanquinegro,
su postal escrita al revés,
y las gafas de sol
más oscuras,
erguida,
hacía sombra al temblor del miedo.

Era una escena
sin película,
un guión manipulado,
se quedo allí, de pie
esperando unos pasos
y el intercambio como salvoconducto.


Un autobús partía,
los pájaros habían alzado el vuelo,
algo falló,
quizás fuera toda aquella realidad inundada.
ella se recrea en paraísos perdidos,
el almidón de la inconsicencia
juega con sus brazos,
La risa atenua los haces de luz,
ella se recrea en paraísos perdidos
para doblar el tiempo,
el tiempo es una canica inaprensible,
pero su intuición despierta
para vislumbrar todo con mayor claridasd
y así, la noche quepa mejor en la maleta de viaje.
no sé qué hacer,
la laguna me sorprende
con significados mutantes,
los kamikazes amaron mucho y mal,
sus nombres no perduran en ningún muro,
son frágiles y se extinguen
bajo la lluvia,
no sé qué hacer,
hacer es un verbo,
el verbo es sedante
para quien necesita explicar
pero no comprende,
no sé qué hacer,
no sé qué hacer,
no puedo hacer nada.
estrenar sonrisa,
encontrar la palabra exacta
y otros juegos en la caja de nácar
que guarda bajo su almohada.

decisiones escarpadas
en la quietud de la niebla,
abrazos a media luz,
cáidez fugaz
en labios antiguos,
rasguño del tiempo en espaldas de roble,
hermetismo en el cálculo de la reacción.
El deseo
es agua inquieta
y sed de metal.
Aquel juego,
una redención con piel expuesta,
la posibilidad
de encontrar a ese niño que desertó antes de tiempo,
un alivio
antes de subir al coche,
las grietas en el óleo intocable,
una brisa con sabor a ciudad deshabitada.

El gato calla ante la tempestad,
solo eschuchar
esa llamada intempestiva
a través de la voz más ajena
pero tan cerca
que es tacto.

El tacto es vida
la vida son esos minutos entre las esperas
y otro café después de abrir los ojos.

Este día,
la metrópolis,
su imposibilidad atractiva.
Dentelladas en seda,
un columpio vacío,
¿Por qué se estrella el silencio?
Han puesto gasas en el triángulo
que describiste,
para que no duela.

He aquí el letargo rebobinado,
algo está muerto,
pero allá lejos,
en este renacer del olvido estratégico
el puzzle no tiene piezas suficientes
han quebrado las mejillas del sol,
los jaguares que luchan a inmovilizarse,

Anochece,
pesan tanto las perlas de titanio
sobre el cuello más débil...

Hay párpados, espuma y mensajes
en las orillas de este absurdo avanzar.

ars vivendis

el amor murió antes de que cerraran la puerta,
a veces,
la madurez es
aprender a ganar perdiendo.
fueron lágrimas sobre la acera,
la mujer de los huesos blindados
tenía frío.
El verano acabó con latidos ausentes.

fueron horas insomnes,
la mañana,
un cuerpo de algodón con agujas,
el cepo que no supo evitar
aquella mente tardía.
la vida
fue bella y cruel,
un hermoso lienzo,
la mañana ardiendo sobre las frentes,
el alivio de quien amó sobre heridas tiernas,
un presagio de quien soñó incendios.

la boca
obtuvo fuego y negación.

aquellas caricias fueron solo río sin cauce
en la garganta de un pájaro asustado.
los cuerpos se queman
y al amanecer...
¿dónde están las cenizas?

es este grito mudo
después del vuelo nocturno,
el juego dulce
atrapado en un silecio opresivo,
la esperanza tenue
hundida
en el lejano eco
del recuerdo,
la cicatriz,
los muñecos de cerámica, desvalidos y rotos,
esperando encontrar un destino en la estación equivocada.


La tarde de domingo seca
desprende su luz sobre la soledad omnipresente.

sábado, 17 de septiembre de 2011

tanta exigencia
en una mente que se tambalea
entre la incertidumbre
y la rutina.


su boca tiene una belleza equivocada,
espera que cuando mundo se quite las vendas
habrá más piel y menos cemento.
cerrando los ojos,
confío en que un alguien impredecible
desmonte mis poemas.

esta lentitud estival debe extinguirse.

boastful


aún pecando,
deseo lo indeseable
a quien siempre creyó tener todas las bocas
muy muy cerca.
la noche se presenta
como sombra deseada,
los balcones susurran una canción
de cuerpo grácil
y ritmo antiguo.

it's not over yet.


ante la postergación del auxilio
esta realidad es bala-palabra,
ritmo de agujas en pauta milimétrica,
se me encongen hasta las tildes,
el cuando es accesorio,
ayer suena a hoy,
hoy está trenzado con mañana

¿dónde están las explosiones
del año de las flores heridas?

viernes, 16 de septiembre de 2011


es respirar hasta perder el equilibrio,
el silencio aulla hasta dolerme
como tinta sobre página en blanco.

jueves, 15 de septiembre de 2011

dicen que en un pequeño pueblo costero
la felicidad se compraba en oferta.


los polos se desunen en la ciudad del sueño original
y no sabe que anzuelo morder
antes de la caída en el desierto
que supone ella para sí misma.

ángeles terribles,
sol que desconoce tregua,
el calor de la despedida más triste,
su solemne canción es el cuerpo de una nube.

martes, 13 de septiembre de 2011

los fuertes tenían dentaduras blancas,
espaldas blindadas
y piel de gore-tex,
pero no habían aprendido a quererse.

menú para bocas inapetentes.

nunca-nadie
aseguró
que la esperada visión
fuera a ser oportuna.
las estructuras son frágiles,
hay confidencias que acercan.
irreconocimiento como rutina,
dieta de palabras insustanciales,
café y rock n' roll para muñecos suspendidos entre la distancia y el fuego.

la cordialidad después de una traición
establece vínculos de piel extraña.

very very uncomfortable business

¿por qué los abrazos
y dentelladas se descargan ahora en softonic download?
es for free,
no debemos quejarnos,
y si lo hicieramos
sería probablemente
por twitter o facebook.

Habría que resetear el router de la humanidad, creo.
martes
13
y todas las palabras que faltaron
flotan sobre la mesa
como ceniza antigua.

lunes, 12 de septiembre de 2011

anhelar encuentros improbables
carcome la piel del bote.
fue aquel eco
en la tarde inconstante,
ella se encontró con el silencio
y el miedo no existía ya.

Estaba sola,
era consciente de ello,
contaba los días al azar,
le gustaba escucharse en su propia voz.
fue su búsqueda
una sombra en la pantalla,
el cambio no llegaría aunque cantaran para él,
la estabilidad de los día otoñales
estremecía las noches inconclusas,
aquel zumbido a través del tiempo
ardía en las páginas presentes

el día decía que estábamos vivos.
acuarelas al principio de la tarde,
apuntes de la vida cotidiana,
es este temblor sobre nosotros,
la verdad de los días sin sombra.

domingo, 11 de septiembre de 2011

la ciudad tan llena
se me antoja vacía
ahora que los recuerdos
ya no prevalecen sobre la pesadez
que supone este presente eternizado.
la tarde caía sobre la ciudad bulliciosa,
ella corría para agotarse,
se agotaba para perder memoria.
el sacrificio
fue otro equívoco de la mujer de uñas rojas
y carpetas azules.

ella deseaba tanto
sin saber amar...
lágrimas televisadas
en piel perfecta
y la palabra como sendero.

the risk is just an abstraction.

la quietud del día es apacible,
empuja,
no arrastra.

sábado, 10 de septiembre de 2011

era la música,
solo la música arrastraba su cuerpo
hacia su propio olvido.

viernes, 9 de septiembre de 2011

había algo oscuro en aquel silencio,
su necesidad había terminado,
flashback incompleto,
la nostalgia se limita a aparecer en sueños.

premisas para perfectos desconocidos.

no me regales compañía si luego deriva en soledad.
era aquel tiempo irreversible,
el camino desandado
que atrajo miradas de transeúntes ánonimos,
una raíz cortada del olivo
que no supo madurar:



ella sonreía distante,
había hecho todas las redacciones,
la casa estaba ordenada, limpia,
parecía un lugar acogedor
pero su alma estaba en coma.
este presente
o una estación sin trenes,
el balance entre las palabras lejanas
y el silencio del salón encendido.
el sobre se rompió,
la noticia fue inesperada,
aquella piel pedía sueño,
su propia textura era demasiado árida.
aquella tierra tenía grietas,
grietas de tanto sentirse doblado,
de tanto vagar después de la niebla,
estaba llena de nombres estancados
y puertas entrecerradas,
era aquel visillo tras el que se ocultaba aquel miedo
a la repetición constante,
a la persistencia de quien pisa
hasta dañar el asfalto.

contradicción poética.

amar lo perdido
evitando el presente.
¿cómo calmar la juventud
en noches que se descuelgan heridas?


dormir fue el castigo justo
ante aquel frío involuntario.


Los finales tibios saben a poco,
la permanencia de lo palpado pasa factura.
su llamada fue absurda,
la carretera estaba llena de coches
pero el deseo era un continente ajeno, extraño,

ella se asfixiaba ante aquel reflejo,
su lúcidez dolía más de lo esperado,
era aquel rumbo de mujer sin gravedad ni límite humano,
quería unas manos en el hombro,
se mordía los dedos,
ocultaba sus charcos,
preguntaba sin por qué,
no sabía dónde meter tanto tiempo vacío.
la asimilación de aquel beso a medias intuido
fue un cálido veneno
en su boca de niña inapetente.

jueves, 8 de septiembre de 2011

en sus brazos
no quedaban más que sombras inadvertidas,
era aquel fondo de cal enterrada
y hiel estética,
frente a ella
él parecía despertar de un letargo,
había melodías estivales en su risa,
pero la imagen permanecía inmutable,
constante,
atemporal,
como el reloj hierático de la ventana contigua.

martes, 6 de septiembre de 2011

arriesgó el equilibrio,
se bebió la noche,
devoró el futuro,
añoraba aquel sentirse viva.
aquella súbita presencia
provocaría un mayor abandono,
esa profunda nostalgia
de las flores que nadie compra.
el septentrión nos guarda,
las palabras nos alejan,
la rutina nos desgasta,
el susurro nos cautiva,
nuestra orilla está vacía de cuadrículas:

somos el pulso del presente,
un último jaque al olvido.
nunca fuimos
X.

la raíz cuadrada de su vida
ha crecido,
hay flores que crecen mal.
Contruyó puentes
saltando sobre todo lo omitido.

Los gestos callan.
La boca tiembla.
nadie escapa de las olas,
un cuerpo de incienso y mar
sabe cuando protegerse
por si los barcos llegan.
fue no tenerla,
aquello causó el temblor de su mirar,
hubo un instante,
eligió con los ojos cerrados,
como dicen que eligen
los hombres sin mal.
ella materializó el golpe verbal
protegida por el espacio adecuado.


Dolían las imágenes,
buscaba una atadura para ceñirse al equilibrio,
la voz de él era una hoguera extinta,
otro clima había llegado,
no había mar en los labios,
pero sí manos,
cercanía de luces en mapas de textura nueva.


y quizás el cambio,
y posiblemente, un principio de otra ausencia.
las miradas furtivas
que acogen estos ojos de luna llena
quieren mundos en tránsito,
abrazos que sean cálidos sin fuego,
juegos sin qué importe perder, ganar,
o un empate.
y tras de mí, dejaré una estela de migas de pan...

por si me canso,
por si te acercas.
la sutilidad con la que duelen
los caminos robados es tensa,
sus irregularidades arañan como gatos callejeros.
aunque no te des cuenta,
mis pétalos,
al presagiar el otoño,
también temen desvestirse.
hay un naufragio
detrás de este refugio donde las paredes susurran lunas muertas.

escalo este arco para llegar a la claridad de una certeza,
los niños incrédulos buscan líneas en la mano del viejo,
resbalan las horas,
el incendio es un desierto,
mi idioma es una conexión inadvertida,
la huella que dejan los aviones sobre el cielo nevado.
ella no se guarece,
el miedo no está en sus brazos
pero habita cerca.
hablar cortando,
rasgar los hilos por si tiemblan,
la noche será pisada
por peatones de garganta rota
y piel sedienta.
la noticia congeló su voz,
había veranos tardíos en el sueño,
el zumbido de la carretera lejana
y después la bala,
metralla y flores sobre el jardín inahibitado,
los hilos podían haberse roto,
caer en lo ingrávido,
el espejo,
el poder del espejo,
las horas tenían los ojos vendados,
no podía articular,
los cristales podían haber permanecido así para siempre.

lunes, 5 de septiembre de 2011

vIda

esta peligrosa cercanía de la verdad nos asusta,
la mañana no sabe por qué despierta,
hay un cuerpo de metal que nadie entiende,
el olvido es la barrera de marfil
que se clava en la piel de los hombres
mientras el sol anuncia un primer regreso.
el egoismo
de los te quieros condicionados
provoca en mí
la tristeza de una media sonrisa.

sábado, 3 de septiembre de 2011

a tu beso
le faltó glucosa,
por eso,
aquella realidad supo siempre a vacío.
el problema invoca recursos literarios,
este gato arisco nos gusta
cuando hace frío y las letras nos tiemblan.
no me toques
no te sueñes
no le digas.

apetece un borrón sobre lo inundado.
aquella visión te volvió gris entre hienas,
la mirada quemó hasta volvernos azules.

viernes, 2 de septiembre de 2011

lanzo trivialidades
para crear un mensaje compartido
por estas manos
y el cuerpo más lejano.
lanzo trivialidades
para crear un mensaje compartido
por estas manos
y el cuerpo más lejano.

jueves, 1 de septiembre de 2011

el pan, el trigo, la vida, siempre círculos descritos, pero no por ello,
menos bellos.

no sabes por qué
pero te amordazan siempre
los mordiscos de lo que persigues.

figura, pero no existe.

interrogantes cuerpos ante el espectador sensible,
la mujer muralla disimula su sed,
llueven plumas sobre los arcos de la luz.

Ella empapa sus dedos en la piel de la tierra,
soñando antes de la huida del pájaro oscuro y amado,
engañándose reclinada sobre todo lo que no está.
el cuarto cuarto está vacío,
necesita columnas y fotos,
su construcción ha sido detallada y lenta,
la espera es un presagio
de lo que perdurará.
no arriesgues,
tu techo es puro gotele,
no resistirá una tormenta.
es la pantera de ojos almendrados,
piel tibia
y cuerpo sin nombre.

La respuesta que buscaron en el diván,
lo que nada enterró al caer el invierno.


Ella construyó un cielo
para que él viniera.

ausencias+carencias+vacíos=

goteras.
el continente se inundó
y las promesas se agotaron antes de lo previsto.
el problema no consistía en que fuera amargo,
el problema radicaba en que sencillamente


NO ERA
our fate
is something too abstract.


no le importa qué,
solo un simple movimiento,
algo imperceptible que capte su atención,
un cambio,
un cambio
para no caminar sin rumbo por la llanura de flores yertas.

please, don't drive me blind.

septiembre empieza con el color del mercurio,
en equilibrio incorruptible,
mientras ella permanece en el balcón sin pretexto,
deseando lo distante
para mirar más lejos,
la espera es un charco sobre el cemento,
su quietud irreal forma palabras dispersas,
como todo lo que sigue su línea sin variación
septiembre empieza,
colores amainados al final del cielo estival,
en las calles más estrechas un hombre ruega algún cambio,
por insignificante que sea,
pero el cielo de septiembre no contesta,
su lluvia devuelve a los transeuntes la memoria del hogar,
llega en silencio,
doliendo con su realidad sobria,
imagen desnuda
sobre esta piel con nostalgia de lo convulso
que ataba a la tierra.