miércoles, 7 de marzo de 2012

Como esperanza suave
te acercas
hacia mi piel de abeja pálida,
tú, cerco luminoso en la niebla.


El mar se ha llevado los recuerdos al sur,
los vieron en Panamá,
quizás se hundieran en un barco en llamas.


Y ahora viva,
y ahora vivo:
vivimos
vivimos para la vida,
vivir,
riviv,
ivivir

¡presente-presente- presente!

no pasado
no futuro

Unión en el día más frágil:
inmensidad diminuta.


Esta noche latimos con la lluvia,
cautivos en el lenguaje sin escala
de este vivirse tan puro.

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