domingo, 26 de agosto de 2012

Luchar contra enta prolongada noche,
lo inabarcable que se vuelve la espera
no cabe en los labios del olvido.

Noche fantasmal,
enigma de piel insensible,
lleva el sueño a los reos
que creen en ti
como última redención,
como última galera hacia otra noche,
cuando llovía y los espectadores empezaban a vivir,
en otro presente,
tan lejos,
abrumados ante la fertilidad de aquella tierra.

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