viernes, 2 de diciembre de 2016

El poema
ese hábitat de tímidas palabras,
jungla inaccesible
(pues no se publica en ninguna red social)
que te protege cuando el sueño se posterga
envolviéndote en su bruma
para olvidar el desasosiego del mañana.



El tiempo, esa construcción social,
se desliza entre mis manos
cual canción dolorosa,
ajando esta piel
hipersensible a la belleza.


Mira, ahí están,
todas esas ácidas ilusiones estampadas
contra la ventana de la realidad.
Escuecen pero cierro los ojos
agradeciendo este intenso vivir
que me atraviesa.

sábado, 19 de noviembre de 2016

Eres lo que nombras
en alta voz
o en un soliloquio mudo,
porque lo que nombras
perdura en ti,
te alumbra,
te viste.
Intervalo en el que te acuestas,
tu silueta sobre el cemento
y sobre ella toda esa sombra
que pesa sobre el cuerpo
sin proyectarse en ningún papel
sin advertirse en ningún quebranto,
sombra creciendo como la gama crómatica
de las hojas al zozobrar el otoño.


jueves, 17 de noviembre de 2016

La verdad,
esa desnudez
que pervive
cuando se agotan los filtros

martes, 15 de noviembre de 2016

La pantalla te devuelve
el eco de lo que no escuchaste a tiempo.
Hablan de muros
cuando más se necesitan los puentes.

Se revelan los fragmentos de un guion 
que no puedes reescribir.
Se te han ahogado las palabras
cuando tienes que adornar el grito.


Configurar una red de ficciones efímeras
para no resbalar ante el pulso del recuerdo.

Este cuerpo es caja de memoria y caos maquillado,
narración truncada, eterna noche sin sueño.


domingo, 6 de noviembre de 2016

Aquí solo esta carretera
que no conduce a ningún sitio
(ni siquiera al futuro)
y, junto a ella, solo casas desperdigadas al azar. 

La continuidad es castigo
en este nicho de incertidumbre.
El hastío pesa,
la huida intermitente se cronifica.

Estoy desdibujándome
en un cuadro modernista,
perdiendo la nitidez
en esta sepultura de olvido.


La imposibilidad
al trepar paredes
y caer antes vislumbrar el otro lado.

La deriva se polonga y expande
como un lamento al caer la tarde.
Recorríamos las calles de la urbe
disfrutando de un efímero escalofrío
de espectacular intensidad,
abriendo un paréntesis en
el tedio que nos esperaba
cuando se desvaneciera la ciudad.

Oferta de trabajo

Se me ha olvidado cómo comercializar mis conocimientos,
he perdido la destreza para subrayar mis habilidades, 
soy un producto con errores de fabricación 
por eso permanezco inmóvil y aislada
en esta caja de rutina. 
El presente es entregarse al fulgor para  aprender a convivir con la ceniza.
Distante de todo,
rehén de tu memoria
mientras los escaparates se renuevan 
y las hojas sufren una metamorfosis
de explosiva belleza
antes de precipitarse al vacío


Despertar abrupto.
La lista invisible se despliega como
una amenaza.
Tanto que hacer
y tanto miedo
y tan débiles las ganas.
Solo dormir un poco más.
El vacío es mirar el teléfono
y saber que no hay nadie al otro lado.
Solo el silencio, mensajes que no son para ti
y unos cuanto likes en tu cuenta de instangram.
Abrir los ojos en una habitación inundada
donde las algas se te han enredado al pecho.

Qué vas a hacer con ese páramo que es tu alma.
Qué vas a hacer para aliviar la orfandad de tu cuerpo encharcado.

lunes, 10 de octubre de 2016

Dinamitar la conciencia,
luchar contra el tiempo
que agrieta tu rostro con sigilo,
como un gato que no quiere ser visto. 

Dopamina matinal
ante este cuerpo que engaña como
camino equivocado.

Los cuervos devoran un cadáver
en el nacimiento del bosque.
Prosigo por esta carretera vacía,
brazo de asfalto huérfano.

La luz renueva el horizonte,
todo es verde, el agua resplandece.
Otro día más,
octubre se arruga en el calendario.

lunes, 3 de octubre de 2016

Compost

Volver a la tierra,
sentirla en las manos,
respirar su temblor
mientras el tiempo parpadea.
Por la tarde los patos vuelan
sobre la quietud del mar foráneo,
majestuosos en su asombrosa sencillez.

El otoño se acerca de puntillas,
con la inherente melancolía
de un instrumento polvoriento,
enterrado en la permanente oscuridad de su caja.

Recuerdo aquella vieja partitura,
toso,
hilvano significados
para atenuar la sensación de abandono.

Comparto un mapa invisible de ilusión,
sintiéndome cerca de extraños con los que cohabito.


No sé medir la distancia
ni beberme las horas que me sobran.
Sé que el sol seca los charcos
alumbrando esta piel que sobrevive.
Lanzo los dados a ciegas
y espero que las pequeñas trampas
que tiendo al hastío funcionen,
tal vez no hoy, ni mañana,
pero sí algún día,
en ese lapso indeterminado que queda en mi biografía.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Este cielo purpúreo se quebranta, 
claroscuro y lluvia.
Los truenos desatan el agua,
paz en un cuerpo que es mío
y al mismo tiempo me resulta ajeno. 
Lápidas y serpientes que no veo,
hierba mojada,
vida sobre mis raíces muertas. 

martes, 27 de septiembre de 2016

El vacío es la sala de espera
que has dejado dentro de mí.
Llueve sobre los abrazos que no me das
mientras se me apaga la piel,
se me desnutre el tiempo.

sábado, 17 de septiembre de 2016

Las horas se te agolpan sobre los hombros
y las líneas de tu cuerpo se difuminan
hasta convertirte en abstracción.

Hoy corres huyendo de la conciencia,
que te anuncia
que es hora de reanudar el camino
tras una larga pausa.

Pero te sientes cansada
porque intuyes que recomenzar
será repetir el mismo esquema
pero con movimientos más torpes
y colores más desvaídos.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Me gustaría que te sentaras al borde de mi mirada
para contemplar el mundo desde aquí.
Me gustaría que fueras más que estos trazos de memoria,
este mapa que mis manos aún recorren,
describiendo extraños itinerarios en el aire.

Los saludos siempre acompañados de sonrisas
que se desvanecen nada más nacer me desconciertan.
A pesar de conocerlo ya,
este mundo sigue resultándome ajeno.
Mi sistema falla más de lo debido.

Me gustaría ser más versátil,
la última actualización de mi posible sistema.

No necesito LSD para tener flashbacks.
Soy cuerpo condenado al exilio,
fantasma de lo que un día amé.

Sí, hoy he despertado como si todavía fuera ayer.
Qué hago aquí y por qué solo un eco colisiona
contra los muros de este cuerpo insonorizado.
El vacío me quema los poros.
Ha llegado el otoño
con intermitencias de luz pero bajo un fondo lúgubre.





Versatilidad y paciencia
bajo esta luna desmantelada
cuando te arrojas al calor
recibiendo solo frío.

La rutina ha zurcido esta continuidad de desasosiego.
Te hiere la piel que no tocas.
Te duele el olor que no hueles.
Sola te encierras en un cubículo
a admirar la trimensionalidad del beso arrancado
en el estómago de la vitrina.






sábado, 3 de septiembre de 2016

Ecos de juventud
tras haberse apagado el fulgor.

Compartir la risa
creando vínculos
más allá de todo código.


Desato el eco de la memoria sobre el papel,
ahogo este anhelo mal fruncido
y cierro los ojos.

Un frío viento sacude las aguas
mientras el otoño se estrena en esta pantalla.
Escuece la cicatriz
que cada vez que llueve se abre,
que cada vez que tiemblo sangra.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Septiembre se despliega como un mapa
mientras sueño con pasajes oscuros
y avanzo sobre la hierba mojada.
Al fondo veo el umbral de una puerta
de la que se filtra una luz blanca,
acelero:
necesito atravesarla.

 Suena la alarma
y me inunda el destierro.

Apuntes sobre la ausencia

"No hay ausencia más que del otro: es el otro quien parte, soy yo quien me quedo. El otro se encuentra en estado de perpetua partida...Soy yo que amo por vocación inversa, sedentario, en mi lugar, en sufrimiento...

Yo siempre presente, no se constituye más que ante tú siempre ausente."




"Dirijo sin cesar al ausente el discurso de su ausencia; situación en sumo inaudita; el otro está ausente como referente, presente como alocutor. De esta distorsión singular, nace una suerte de presente insostenible; estoy atrapado entre dos tiempos, el tiempo de la referencia y el tiempo de la alocución: has partido (de ello me quejo), estás ahí (puesto que me dirijo a ti). Sé entonces lo que es el presente: ese tiempo difícil, un mero fragmento de angustia. La ausencia dura, me es necesario soportarla. Voy pues a manipularla: transformar la distorsión del tiempo en vaivén, producir ritmo, abrir la escena del lenguaje (el lenguaje nace de la ausencia: el niño se agencia un carrete de hilo, lo lanza y lo recupera, imitando la partida y el regreso de la madre: se crea así un paradigma). La ausencia se convierte en una práctica activa, en un ajetreo (que me impide hacer cualquier otra cosa); en él se crea una ficción de múltiples funciones (dudas, reproches, deseos, melancolías). Esta escenificación lingüística aleja la muerte del otro: un momento muy breve, digamos, separa el tiempo en que el niño cree todavía a su madre ausente y aquel en que la cree ya muerta. Manipular la ausencia es aplazar este momento, retardar tanto tiempo como sea posible el instante en que el otro podría caer descarnadamente de la ausencia a la muerte." 

Roland Barthes, Fragmento de un discurso amoroso

miércoles, 31 de agosto de 2016

Los días son peonzas en un espejo
 y el cielo pólvora azul.
Has visto una tortuga nadando al amanecer
y un lago carmesí al acostarse el sol.

Hoy te han confirmado que la inquietud es la semilla de la rebelión
que la impostura tiene fecha de caducidad,
y que la emoción excesiva produce descargar eléctricas
hasta romper los cables.

Rastreas el mismo fotograma hasta que se ennegrece la escena:
La noche huele a tormenta y agua estancada.
El otoño se arrastra como una serpiente sobre tus hombros.

Tu lenguaje te limita y simplifica,
aplacando el brillo de tu discurso,
descubriendo la oquedad que disimulas.

Te das cuenta de que la emoción
se traduce solo a medias.

Tropiezas de forma constante
mientras tu silueta múltiple te sigue de cerca,
estás dentro de una cámara de cine
y esperas que al menos él haya escrito el guion.

La herida escuece,
no hay antibiótico útil:
solo el cansancio
y la intermitente evasión de la rutina.

viernes, 26 de agosto de 2016

Inquietud en un exuberante espejismo natural.
Este calor húmedo consigue aplacarme con intermitencias
pues el hueco ardiente de tu reflejo 
se filtra incontenible.

Aquí los lagartos son negros y tienen la cola azul,
descansan junto a los caminos sombríos
que recorro despacio durante el día
y con celeridad por la noche,
cuando trato de escapar 
de mi propia sombra. 

Los días se entrelazan como los cromosomas de ADN:
hay paralelismos innegables 
pero como los habitantes de esta tierra,
mantienen con fuerza su individualidad.

Al levantarme he llorado antes de internarme en el bosque.
Me faltan palabras para describir este presente,
siento como las cenizas se disuelven en mis pupilas
y el futuro  permanece velado tras la cortina. 

Esta incertidumbre me pellizca el hombro izquierdo 


jueves, 11 de agosto de 2016

Rodeada de acentos ajenos,
dejando atrás pasadizos y esperas,
cercanía y vacío
vuelo con la mirada abierta.

Desear atravesar el cristal
y sin embargo, sentir las mejillas húmedas.

viernes, 5 de agosto de 2016

Los días se han disuelto.
Todas las orillas tiemblan
mientras tu mirada permanece
difuminada en el fondo de las cosas.

No hay notificación alguna en tu perfil
pero hoy también existes.

viernes, 22 de julio de 2016

Retornar del viaje
para encontrar una duna de papeles
y una larga mañana tan gris
y exprimida.

Me bebo su amargo jugo
sintiéndome tan distante de lo que fue mi vida.

miércoles, 29 de junio de 2016

Desembocas en el verano
con los anhelos ennegrecidos.
El fuego que desprenden los días
ilumina el camino de asfalto y piedra haciendo que la aniquilación sea más lenta y más tibia.

martes, 28 de junio de 2016

El día resplandece
como si el apocalipsis
no hubiera formado parte
del paisaje.

sábado, 25 de junio de 2016

Mis ojos están cansados
pues ya han casi olvidado
la sensación de inaugurar el día
sin que el vacío me envuelva,
invitándome a cerrarlos.

El viento augura
esa lluvia que contienes
cuando hay puñales involuntarios,
una quietud lacerante
y todo gira sin que importe
cuán al margen de todo
te hayas quedado.

martes, 14 de junio de 2016

La poesía es más sincera que la prensa

La poesía se escribe
con todas las palabras
que nos han faltado.

Por eso, la poesía no se finge.

El dolor, al igual que el arte,
se trabaja y modula,
hasta crear un círculo
de deslumbrante belleza.

Decrepitud de esta memoria
que se astilla a pasos agigantados.
La espera es un aprendizaje,
la constancia una herida necesaria.

Aquí estoy
en el hueco que la titánica soledad
ha dejado libre.

El verano no llega
a pesar de que los días
ardan en el calendario.
Al fin y al cabo,
las estaciones son muchas veces
algo abstracto para constatar
que hay cambios
a pesar de que ya no se crea en ellos.

Las palabras se te mueren antes de ser pronunciadas.
Se desvanece la resistencia
cuando todos los vigilantes duermen
y el ser se te retuerce desprotegido.
Llevas tiempo sintiéndote transitoria
en un mapa inmenso que
ni siquiera puedes atisbar.

Orientaciones
para soportar el golpe
con fortaleza
cuando el pasado
envuelve incluso lo no vivido.

Tras la inundación
el cielo muestra su tejido gris
y la continuidad de los días
idénticos golpea tu ventana.

lunes, 13 de junio de 2016

Este vivir desarticulado
tras la convulsión
te dibuja ríos en la piel.

Las calles de piedra irregular
que ya no volveremos a recorrer
se dibujan en mi espalda.

Echarnos de menos
al encontrarme con
las calles que recorríamos
después de haber perdido
la noción del tiempo.

El presente frágil como
luz casi extinta
mientras lo vivido
se fortalece hasta
hacerme temblar.

Estás presente
en el espejismo de este beso
mientras la ausencia me abrasa
con sus gélidos brazos.

silenciar el eco
cuando ya no quedan rostros
que configuran esa rutina
a la que te habías apegado como un imán
para salir de ti misma,
para dejar de sentir los arañazos de la ausencia.


El vacío se amplía
hasta ahogar este verano
que te encuentra castigada
como animal tembloroso.

sábado, 11 de junio de 2016

La tarde te acoge con indiferencia
y el vacío se despliega sobre todos los nombres,
nombres que parpadean al principio de la memoria.

Tu conciencia, fosilizada,
descansa sobre lo que has amado.

Como maniobra ante el vértigo
del eco que estas paredes no devuelven,
has llenado el calendario de límites,
de fechas, de partidas, de llegadas, 
para no zozobrar en este infinito mes de junio.

Las líneas se han escapado del óleo
y se te atraganta una tormenta en la garganta.


viernes, 10 de junio de 2016

La fotografía
como puente insuficiente
a la profundidad de la piel
y al calor de su tacto

miércoles, 8 de junio de 2016

El verano acelera la atmósfera
mientras tus movimientos se ralentizan.
El cansancio revela una escarpada ruta
hacia la oblicua imagen del mañana.

viernes, 3 de junio de 2016

El aire nocturno
zarandea al último noctámbulo.
Este preludio de tormenta
roza el realismo mágico
mientras sus habitantes vagan
en la calidez que precede al escalofrío.

jueves, 2 de junio de 2016

Siempre has sabido
(aunque nunca lo formularas)
que lo sublime está ligado a lo fatal.

No es cuestión de llevarse la vida por delante, solo de conseguir volver la vista
sin remordimiento, con serenidad,
siendo consciente de la fragilidad hipnótica de lo intenso
y de la lucidez dolorosa de los días pálidos.

Quizá ya sea tarde
y esté parcialmente devorada.
Ignorarlo me concede
un breve plazo de paz.

miércoles, 1 de junio de 2016

Personaje que tiembla
en un abrumador torrente
de palabra, te dejas arrastrar
por el frío manto de ceniza
que anuncia
la llegada de un verano glacial
( aunque común en lo que
respecta a la temperatura externa)

El corsé de la norma social
ha grapado las comisuras de esta boca.
La respiración difícil en el fluir
precipitado de los días análogos
retumba
en el vasto paisaje cotidiano.

He tomado decisiones a tientas
y solo ahora lo veo
pues la indefensión y la torpeza
solo se perciben desde lejos,
cuando el sentimiento se ha secado
y el recuerdo descansa en un jarrón invisible.

martes, 31 de mayo de 2016

En este taller no se reparan
neumáticos ni se cambia el aceite,
se arreglan las incoherencias
ocultando el hecho
de que no son exclusivas del lenguaje.

El  sistemático hecho
de cumplir una función
por una mera cuestión de azar
(o tal vez no)
ha funcionado como paracaídas.

Elimine sus arrugas en noventa segundos
un correo basura en la bandeja de entrada y la tendencia a frivolizar
las huellas que deja la vida
que afortunadamente
no son solo externas
ni suprimibles.

A pesar del peso del bolso
sientes esta nueva ingravidez
que te despega incluso de ti misma.

Trazos de vacío
ante un desayuno
en una cafetería
a la que acudes
como turista de larga duración.

El anonimato te cubre
aunque conozcas ya todas las caras.

Representar un papel,
buscar un equilibrio
consciente de la inutilidad
del intento.

Desinstalar la aplicación del presente al repetir escenas necesarias.

Estás situada en una latitud  que marca el principio de la estructura narrativa circular en la que siempre te has hallado inmersa.

Los días se incendian antes de la llegada del verano.

El dolor se intensifica para recordarte que estás viva.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Aquel balcón. Paredes de blancura inmaculada. Atmósfera irrespirable.
Un infinito cansancio.

Conciencia de la infinita debilidad que nos eleva y condena.

Hace ya un mes
se cegó el túnel.
Hoy llueve: nos gustaba la lluvia.
Es muy temprano y demasiado tarde.
A estas horas aún no lo sabía.

El año en que dejé de ser joven
los días se confundían como nudos
idénticos: Colgados bajo tus ojos,
los instantes morían dejando a su paso arrugas casi imperceptibles.

Seguían publicando noticias en aquel plató sin director
y el mundo giraba en torno a la soledad
de esas diminutas  pantallas resplandecientes;  transmitiendo el eco de la continuidad.

La continuidad era una sala de espera
a la que los individuos, cabizbajos,
asistían sin motivo ni conciencia,
como envases de plástico
arrastrados por la marea.

El sistema perdurable empañaba la belleza intensa de lo efímero.
El acto de aquella obra era solo ruido de fondo.
Nadie me ofreció el cambio de guion que necesitaba.
La cuerda era áspera y tenía las manos heridas.

Olía a pólvora, pero los crímenes se habían cometido sin necesidad de pistola.

El presente es ese hilo incómodo
entre lo sublime de la memoria
y la conjunción de rabia e ilusiones
del mañana.

lunes, 23 de mayo de 2016

Si esta rabia
detonara no quedaría nada.
El tiempo se vacía de su último significado.

domingo, 22 de mayo de 2016

Que la rutina no te engañe:
Todo es efímero e intenso,
de ahí la ilimitada belleza
de los momentos que son luz.

El ser humano
despedaza el infinito
en años, meses, semanas y días.
De esta forma, se siente seguro
y se condena a una hiperconsciencia
de su absurdo paso por el mundo.
No entiende que es solo
un cuarto en alquiler
que desalojarán algún día.

Tras haber perdido la guerra,
recuerdas aquellas pequeñas batallas
que servían de tema de conversación
desde los barrotes de tu celda.

Avanzar siguiendo pautas,
doblando los días
para crear un avión de papel
y prenderle fuego.

Ojalá la frontera entre el pasado y el presente se fundiera,
Ojalá el realismo mágico trascendiera lo narrativo.

Me gustaría hallar cierta continuidad entre la vida y la muerte:
esta separación es un destierro implacable que nos vemos obligados a soportar.

Mira este cuerpo despoblado.
Mira estas pupilas tan estáticas
y vidriosas
como las de una muñeca.

Solo la memoria,
el resto: un horizonte inerte.

Arrastrar el presente deshilachado
mientras tus pasos dejan huellas de sangre que huelen a desesperanza y
a salvación incierta.

Escribir como solución térmica insuficiente
para esta primavera gélida.

Keep this in mind

Consejos de ti para ti misma.

Protección instintiva del miedo:
Jamás cruces un puente al pasado:
recuerda lo que supuso la escalada
después de que cortaran las cuerdas.

Fiereza animal contra el peligro:
Aún sientes aquella caída al vacío,
aunque se desdibuje bajo
emociones más intensas.

Ya no tienes quien te salve.
No lo olvides.
La supervivencia será algo difícil,
tenlo en cuenta.

Los pasillos desiertos
y fuera la humedad
de esas verdades que
se vierten sobre la tierra.

Este paraje se enrosca
como una soga
mientras suena una guitarra
y de tanto deshojar los días,
se te agotan las manos.

El proceso de cicatrización
y otros quebrantos
bajo la mortecina luz
de este tiempo suspendido
como un fósforo
a merced del viento.

Más allá del hombro del abismo,
cubro el dolor con un manto
de sueño y palabra.

miércoles, 18 de mayo de 2016

El silencio es la grapa
que te ha impuesto el presente.

Despertar contra mi voluntad
para seguir girando en el círculo macabro
de los días.

El tiempo retrospectivo no es propiedad exclusiva de la literatura porque trasciende el lenguaje
y se hace imagen.

Ojalá pudiera cambiar el eje temporal
más allá de los relatos.

Se ha cometido un crimen
y no hay venganza posible.
La ciudad es un animal tísico
que trata de defenderse en vano.

No hay huida de esta prisión invisible.

lunes, 16 de mayo de 2016

El lunes se despliega
como un mapa
de rutina y soledad.

Las carreteras se hunden
pero te limitas a perpetuar
cada uno de los ritos solemnes
que configuran el áspero presente
sin buscar ya ningún significado.

viernes, 13 de mayo de 2016

No hay ni un
0,05 de correlación
entre la variable de justicia
y la de realidad.

jueves, 12 de mayo de 2016

Opresivo
es encontrarme encerrada
en una realidad
donde ya ni siquiera
puedo agarrarte la mano

miércoles, 11 de mayo de 2016

No me sale explicar
lo que deseo negar.

No quiero que las palabras salgan
a través de este surtidor malherido.

Esta conciencia está en un limbo
donde la luz no llega.
Regálame un flashback en el que me pueda quedar.

No se puede diluir
el sentimiento más nítido.
La bruma de este presente
asfixia.
Presente: víbora
que no necesita dientes
para ser letal.

No acepto que solo quede
la geografía de esta piel
que se rebela contra
el eje temporal que la somete.

No hay poesía
cuando las emociones
se han desteñido
y hasta la última sílaba
es rehén del paso del tiempo.

Sueño despierta con que llegas
a ofrecerme las palabras de sosiego
que jamás oí
y el silencio carcome
el último refugio
ante el ataque de lo que no pudo ser.

Caen las paredes de madera.
El buque se hunde
y solo espero ya
que el naufragio sea rápido.

La pasión dio paso a la ansiedad.
Ansiedad alojada en la desesperación
que te desata y construye.

Sabor salino al amanecer.
La ausencia es un espacio infinito
ubicado entre mis pupilas y estas manos que ya no sirven para nada.

Para qué las obligaciones
para qué despertar mañana
sin la promesa de tu compañía.

domingo, 8 de mayo de 2016

Llegar a Santa Maria del Mar
cuando suena una canción solemne
y preguntarse por qué todo ocurre
de una forma tan implacable
mientras una melancólica belleza
lo absorbe todo.

Las lágrimas te mojan mejillas
mientras las vidrieras se derriten.

No hay un ente
que explique el vínculo
de esta existencia tan brutal y sublime
al mismo tiempo.

Solo recolectamos instantes y paradojas.

Escuchar a Nicolas Jaar en loop
mientras camino sin rumbo
por la ciudad
dejando que el tiempo se deslice
bajo una llovizna de llanto
que derramo de forma intermitente.

sábado, 7 de mayo de 2016

He recorrido las calles de la ciudad
tratando de buscarte.
Mis pies se cansan
y todo sigue recordándome a ti
pero no te encuentro.

La ciudad condal llora tu ausencia
y sus lágrimas caen sobre mí.

No hay barco que zarpe y llegue a ti.
Por eso me limito a esperar
caminando sin destino.

viernes, 6 de mayo de 2016

El abrigo de la amistad
o dormir sobre un colchón
de antiguos sueños.

Pienso en ti
y en lo abominable
que resulta la conciencia
de que no sientas que te pienso.

lunes, 2 de mayo de 2016

Ausencia en esta rutina
de somnolencia y melancolía.
El sol baña la ciudad maldita
y te descubres condenada a errar
sin sosiego, incapaz de volver
a esa calidez que os envolvía.

No hallo sosiego
en los saberes enciclopédicos
que he adquirido.
El azul del cielo
no es más que un nido de polvo.

Por qué estoy viva,
viendo cómo se ha desmoronado todo
como un castillo de naipes.
No lo entiendo y me consume.

domingo, 1 de mayo de 2016

Nada tiene sentido
desde el martes pasado.
Amanece cada vez más temprano
y la esperanza ha sido desterrada.

sábado, 30 de abril de 2016

Por qué amanece
si no hay razón para despertar.

Frío que perdura.
Nuestras canciones suenan
pero ya no estamos.

Solo esta sombra
y tanta acritud
que resbala
impregnándolo todo de sangre,
de estatuas que gritan angustiadas
bajo una lentitud insoportable.

viernes, 29 de abril de 2016

Oír en boca de otros
que la situación que hemos vivido es injusta.

Ahí arriba no hay nada,
solo nubes.
Y en la tierra una infinidad de días que nos han arrebatado.
Resulta inconcebible.
Pero estoy sentada en una silla
de la biblioteca
y enterrada a la vez.

Qué voy a hacer sin esos ojos
que aliviaban las noches más frías.
Qué voy a hacer sin lo más mío de mí.

Me has construido para irte sin quererlo.
Hemos sido infinitos
pero ahora el tiempo se venga de nosotros.

Y me he quedado aquí.
Aquí escribiendo en el vacío,
en el vacío ilimitado que has dejado
haciendo que el ahora se descomponga
como el latido de una tierra que no nos pertenece.


Buscar la comunicación
ignorando que es ya demasiado tarde.
Nunca he querido dejar
nuestra rutina.
Te pedí que no me abandonaras.
Me dijiste que esto era transitorio.
Me lo prometiste.

Y ahora todo es injusto
y odio despertar.


Salgo a la calle
y te veo,
te veo en la vuelta de la esquina,
en el café,
espero encontrarte entre las estanterías de la biblioteca

espero porque no asumo
no asumo que se haya acabado esa mirada tan dulce,
la comprensión que trascendía el tiempo y el espacio,
no asumo que se haya agotado el nosotros
porque el nosotros era todo lo que yo tenía.

Nunca imaginé que te sobreviviría.
Aún no entiendo la vida sin ti.
El todo es un absurdo
y mis ojos alienados
no atraviesan los cristales.

sábado, 23 de abril de 2016

El profesor aconseja
a sus alumnos que estudien
mientras desconoce
si el conocimiento libera
o hace más consciente
la frialdad de los barrotes
a los que están condenados.

Un barco sin capitán,
la tripulación agoniza
a cámara lenta
mientras el narrador omnisciente
paladea el dolor
impasible.

Pasar un rato con la cabeza out
como prioridad del sábado
que se cierne como un ave rapaz.
La sociedad promete una felicidad
quimérica que debes pagar a plazos.

Pero no hay cuota ni menú
que te salve la vida.

jueves, 21 de abril de 2016

Intrascendente y deshumanizada
como poesía de vanguardia
antes de la jaqueca o el amanecer.

Hablo de lo que no me importa
ante extraños de mil caras.

miércoles, 20 de abril de 2016

Llegamos a un paraje aparentemente fértil
para descubrir un páramo de voz yerma
y áspero hormigón.

martes, 19 de abril de 2016

Angustia
mientras piso los relojes
pero el tiempo terco
no se detiene

Veinte de abril.
El tiempo es soga.
El infierno es tan ilimitado
como este escepticismo
que me abruma.

Cómo avanzar
y hacia dónde
cuando no hay atajo
en el temporal.

El concierto prosigue
ignorando al violinista más virtuoso
que yace inerte sobre la tarima.

El abismo,
visible y palpable
bajo el disfraz
de lo cotidiano.

Arqueología de la herida
que entierras debajo de la máscara,
máscara-fortaleza
forjada despacio
sobre el cimiento de los días.

lunes, 18 de abril de 2016

La lágrima es el verso que muere antes de ser recitado.

Te hiciste escritor
para cobijarte en una trinchera de tinta,
en un húmedo túnel de grafías.

Historia de terror

La amenaza
es perfectamente perceptible.
La caricia encoge tus emociones
como un niño
ante la primera tormenta.

No llego al cuarto de siglo.
Soy posterior a la caída del muro de Berlín. Y a pesar de todo, la muerte
se sienta cada día frente a mí.

El calendario se rebela
ante lo infinito
del tiempo
desde que no estás aquí.

La mañana quema
como el café que te tomas
innecesariamente
solo por rutina
pues tu conciencia
lleva horas dolorosamente despierta

Complejidad del acorde sostenido
cuando su melodía nos demacra.
No encontrar lógica o justicia
desarma al abogado interno
ante un juez psicópata.

domingo, 17 de abril de 2016

Volver a todos los rincones
que fueron nuestros
como única promesa de salvación

Trato de contener las compuertas de una presa agrietada
pero toda estrategia insuficiente cuando todo parece desintegrarse
H
  A
    S
      T
        A

             E
               L
                  P
                    O
                      E
                        M
                           A
 
     tiembla.

Durante años
dejé de escribir tantos poemas:
Fui demasiado feliz
y viví de forma plena.

Tal vez eso no vuelva a ocurrir,
aún estoy asumiendo lo que eso conlleva.

Amildegitik labaindu ondoren
bizirik gaudela dirudi.

Baina itxurak egiten baditugu ere,
zu ez zara esnatzen
eta egunak lausotzen zaizkigu.

No abrir los ojos, no pensar, no decir
para sufrir menos.

El sueño como venganza
cuando todo resulta absurdo.

Apenas me hago fotos
para que nadie perciba
la fealdad que desprende este rostro
errabundo sin ti.

Me gustaría conseguir un visado
para volver a esos veinte años
y a todas aquellas cosas que nos quedaban por vivir.

Los coches y las bicicletas
tienen amortiguadores
para frenar, evitar o paliar
la fuerza del impacto.

En la vida
los golpes llegan sin amortiguación.

Hoy no me siento responsable
ni civilizada.

No sé cómo un cuerpo de estas proporciones puede albergar
esta infinita rabia.

Anhelar que despiertes
pero no para seguir
en este gélido laberinto.
Despertar para salir
a por un café con leche
y una tostada con aceite
(como las que desayunábamos
antes de la catástrofe).
Despertar para sentir
el frío matinal que se
eleva sobre nuestros hombros.

No cumplir con la expectativa.
Desmitificar el plazo
ante la imposibilidad
sin sentirse culpable,
solo sobreviviendo

El sol resplandeciente no llega.
Todo queda en el exterior,
ajeno, indefinidamente desdibujado.
Aquí solo sombra.
El letargo de la lucha más lenta
se hace con la habitación.
Respiración irregular,
todo lo demás:
silencio.

Los edificios oscurecidos,
de un idéntico gris
y el alma de cemento
como cortina rutinaria
que va pautando la existencia
del vecindario de ojos vidriosos.


(Ante todo y pese a todo) Encuentra la estabilidad-consejo repetido contra la bóveda de la conciencia-. La estabilidad es un estado transitorio y utópico que ahora, más que nunca, se encuentra a años luz de aquí.

Me has arrebatado el amor,
la serenidad-seguridad
que guarecía mi alma.

Me lo has arrancado todo de golpe
pero el universo languidece de forma gradual. 



                                          No matarás, del Decálogo de Kieslowski.
El domingo llega como animal cansado,
arrastrándose lento y sin una convicción
que lo sostenga.

Las emociones se adormecen
cuando lo único que se vive
está al otro lado de la pantalla.

Quisiera adoptar la serenidad
de los personajes de esta película,
poder meditar y resignarme
 en un lugar donde la línea espacio-temporal
se difuminara.




                                          Cemetery of splendour


sábado, 16 de abril de 2016

Cábalas en el epicentro de este cuerpo que envejece esperando un cambio.

Estoy y tú no estás.
Tú ya nunca estás.
Busco olvidar la sima
que has dejado
y no encuentro alivio en los fotogramas
ni tampoco en la música,
la evasión es tan imposible
como el equilibro.

Ni siquiera hallo sosiego
en la escritura
pues he perdido la palabra
de tanto echarte de menos.

jueves, 14 de abril de 2016

Poeta busca esperanza,
deja su número de teléfono
y su dirección de correo electrónico
por si alguien la encuentra.

Adjunta una nota al pie:

Es urgente, se me pudren los versos.

A veces me pregunto
si tras esta aridez,
más allá del abandono,
habrá una versión conciliadora
de nosotros mismos.

Una versión cicatrizada,
resplandeciente
de todo lo que fuimos.

Dame un sendero
y yo encenderé la luz
para guiarnos en los
pasajes más hostiles.

Dame una coraza
para poder escudarnos
de esta guerra
que aniquila
sin el eco de los periódicos.

Hueca
como una estantería
en este edificio antes del derribo.

Suena música disco
pero nadie baila
porque solo queda sangre y desesperación sobre la pista.

El día arrasa con todo
fingiendo absoluta normalidad.

Gritar hasta que se plieguen las sílabas
mientras las canciones siguen sonando
en la radio, los peatones avanzan hacia
sus destinos, condenados a la prisa,
las estaciones se desvanecen implacables.

Incertidumbre como rutina,
el futuro deslavazado,
el presente como mortaja agridulce.

Extensión de resistencia
ante la hecatombe.
El alba, con su monstruosa belleza,
me acoge aunque no quiera.

El pulso del reo inexperto
traza líneas imperfectas.
La justicia es un concepto
ajeno a la experiencia vital.
Alienación y llamas invisibles.

Aquí estoy
colgada de este verso,
en la comisura del abismo,
donde se arrugan los emails
y se decolora la publicidad.

Duérmeme.
No es necesario que me despiertes.
¿Mañana?
O pasado, o dentro de una década
pero destruye este vivir tan lúgubre,
esta quemazón del desterrado.

Sentirse vacía, tan vacía de luz
que las habitaciones se eclipsan
con esta sola presencia.

Se quiebra la voz y se agotan las alas
                                                 (los días se oxidan en un desguace)
que mantenían intacta la cerámica de la esperanza-tenaza.
                                                               

Alquitrán en las entrañas del cielo.
En la calle el mendigo mira hacia arriba
y decide no comunicar
                                   que arden furiosas las nubes
                                                          (embrutecidas en una estela sangrienta)
                                                                      ante un presente que naufraga.
Imaginar es crear días que no te asfixian
con el tránsito hiriente de los minutos.
Desarmar las llamas antes de la destrucción,
arrebatar la violencia a una mirada feroz
sanar a través de la profundidad del deseo.

miércoles, 13 de abril de 2016

El amanecer no ampara,
una música de trompeta
tiembla en la emisora local.

Duermes intranquilo,
gimes y arrugas el rostro.
mientras las lágrimas se me encharcan
en las pupilas.

Que sufras
y yo solo te visite
como una extraña inútil.

Soy joven e inexperta a ojos de muchos
pero he envejecido lo suficiente para saber que la vida fue vida por vivirla contigo

Éramos tan bellos
porque la condena nos magnificaba.

Fuimos la plenitud de los rayos de sol
antes de la negrura de la tormenta.
Tormenta terrible de cielo raso
y árboles en flor.

Su crueldad ilimitada e impasible
nos engulle y arrastra
mientras los niños siguen naciendo
y se oyen conversaciones vacuas,
y los carteles siguen anunciando
esos objetos que ya no deseamos.

Enloquezco
ciega y ensordecida
ante el estruendo macabro del presente.

Esta primavera es cálida y asquerosa
como la placenta de un caballo
cuando el potro ha muerto.

Mi odio se ha despertado enérgico
y la enfermedad se ha apoderado
del verde de las hojas nuevas,
verde que confundo con las paredes del hospital.

Y mi verso es ya rehén de la angustia,
no hay paz en la luz,
solo amenaza.
No hay expectativa en mi voz,
solo grito.

laruinademicuerpo
seestrellacontraelsueño
ynoentiendemás
porquésiempreelmismoorden
porquépasanlosmismosrostros
semidesconocidossinllegaralsaludo
porquésedesprendeeldíademí.

There's no healing
ya no sale decir "bien"
ya no sale nada.
Mi yo es un cadáver,
solo un individuo
más de la colmena,
parte del sistema
al ser consciente de
que para lo más necesario no hay revolución ni rebeldía.

No recuerdo la última vez que fuimos felices.

No recuerdo haber sido joven recientemente.

Solo la nada, esta nada lacerante:
Nada contra la vida que devora,
nada contra la muerte intrínseca a la luz,
nada contra el sufrimiento que viene incluido en el pack.

martes, 12 de abril de 2016

Qué haré con la impotencia
cómo traducir la rabia
en estas calles que deterioran
en esta agonía que extingue

El horror ha llegado antes de tiempo.

El lenguaje inútil.
Incapacidad ante lo primordial.

Cementerio de besos
y relámpagos sin luz.
Tocar fondo
y después qué.

Se pudre el aire
y exploto sin impacto.

El cielo
un espacio de oportunidades exprimidas.

El tiempo
un agujero laberíntico y estremecedor.

La ciudad
sus calles conducen a esta implacable monotonía.

El horizonte
línea mal trazada.

La primavera
es traición que rompe
desgasta, desgarra.

Saltar sin impulso.
Quebranto de sueño
y versos arrítmicos.

La rabia arranca
los brotes antes de que nazcan.
Asomarse al balcón de la palabra
deshaciendo la energía
contra estas paredes secas.

El silencio,
un vacío
que te inunda.
La esperanza,
un lienzo difuso.


Tribulaciones
al edificar un hogar
sin cimientos.

Lirismo ante miradas vacuas,
dientes de león y el camión de la basura.

sábado, 9 de abril de 2016

Ayer tu piel brillaba más,
hablabas animadamente
y tus ojos reflejaban
vagamente aquella paz
que antes desprendían.

Fue una ensoñación. Un respiro intermitente.

Al día siguiente tenías frío cuando llegó ese látigo de fuego a arrasar el campo que tanto amaba, esa tierra que había recorrido con mis manos, ese refugio ahora en plena guerra.

Todo palidecía. El sol se pudría detrás de las nubes hostiles.

Solo cabía esperar.
Sufrir y esperar.

jueves, 7 de abril de 2016

Rodearse de juventud
para paliar la presencia insoportable
de la muerte.

El cuerpo traiciona,
el cuerpo aniquila,
el cuerpo desemboca en desesperación.

No hay un buzón de quejas
para lo que más importa.

Como en las tragedias clásicas
los personajes no pueden evitar la fatalidad.

Los rostros se demacran
y el todo
es un muñeco deforme.

Se pudre el gesto
se ahoga el alma
y no hay plan de evacuación ni bote salvavidas.

Solo queda sobrevivir
bajo la uniformidad de un cielo plomizo
que devora las entrañas,
que deshace nuestro ser.

La vida es un valle de lágrimas
y no solo en la Edad Media
y no solo teóricamente.
Ojalá fuera un mero concepto,
una abstracción como todas
las que hay que interpretar
en la enseñanza reglada.

Esto es escribir poemas malos
como terapia parcial y fallida,
registrar la impotencia en un
marco sin cuadro.

Investigación

El poeta profeta constató que abril es el mes más cruel,
un siglo después,
su hipótesis sigue confirmándose.

martes, 5 de abril de 2016

El cielo está azul, está negro, esta gris,
y qué más da
y qué importan ya aquellas cosas
tan primordiales.

Toda tú rabia.
No poder hacer nada
te exprime la esencia.
Y, mientras tanto,
los días pasan
como mera extensión de una angustia interminable.

Buscar un asidero
y percatarse de que la cuerda floja
no ofrece ninguno.

Definición

Tortura es ese cuerpo carcomido
por un monstruo invisible.
Tortura es mi cuerpo exiliado de ti.

sábado, 2 de abril de 2016

Atardecía. Las golondrinas surcaban el cielo. La ciudad exhibía su belleza bajo
la luz de la lámpara más cálida. El cielo tenía colores rojizos y violáceos. La cerveza extranjera tenía un sabor denso y amargo. Sellaron el viaje con un beso, ignorando que aquel hubiera sido el perfecto final de la historia.

El día pasa de largo
como presagio
de tantos otros
que nos atravesarán
mientras permanecemos
dentro de edificios
y con las esperanzas expuestas
a la intemperie.

No hay escuela
que forme
para aguantar la ferocidad de la vida.

Sus colmillos atraviesan el interior
de toda fortaleza.
No hay escudo ni refugio
cuando se agrieta el ser
derrumbando todo lo construido.

jueves, 31 de marzo de 2016

La ciudad llora, gris e inhóspita,
sus lágrimas golpean con rabia
al recién llegado,
reprochando su ausencia.
Nada puede camuflar
el dolor de lo incierto.
Dolor sin intermediarios.
Dolor con forma de soledad.

Imaginar el futuro próximo
y prever esa circularidad
del fatigoso fluir
de los días hieráticos
que seca su garganta
y palidece su alma. 

El despertar es brusco.
No hay paliativo
y hiere
y anula
y envejece.

jueves, 24 de marzo de 2016

Hasta los veinticuatro años
se creyó invulnerable, eterna.
Su juventud la acorazaba
cuando surgía-de oscuros cobertizos-
la violeta víbora del miedo.

Un día enjaularon esa ilusión
y fue consciente de
lo efímera que era su piel,
de lo frágiles que eran sus huesos.

Llegó el temblor
y caducaron sus frescas ramas.

La cuarta pared

En la filmoteca
las ficciones palian el horror
de esos cables
que me amordazan el cuerpo
y encadenan mi alma.

Fotograma a fotograma,
un desconocido
me aleja de este presente metálico,
ofreciendo olvido
con cintas de colores.

No cerrar los ojos
ante la violencia.
Permanecer impasible
cuando el paroxismo
se ha adelantado sin cámara,
arrasando todos los paisajes,
derrumbando todas las escenas.

Como espectadora 
me desato -de forma temporal y precaria-
de la soga del aquí y el ahora.

 Caen sobre mí
 melodías intensas,
juegos de luz y sombra
en el cuenco vacío
de mis ojos.

Deseo atravesar la pared
y quedarme ahí,
difuminada como un extra,
desenfocada como el olvido.
El muelle está tranquilo
y el cielo permanece nublado.
Se escucha una canción popular
a través de los cristales de un grisáceo edificio.

Los antiguas canciones suenan
en las bocas de los jóvenes
para ahuyentar el miedo a dejar de serlo.

El profesor-ya no tan joven-
canta también
más allá de su propia pena.

La voz permanece intacta,
luz del faro
en la oscuridad de la niebla,
valiente barco
ante la ferocidad de las olas.

Cantan para unir sus voces
y crear un vínculo invisible
que perdurará en algún cajón
nunca trazado.

Cantan porque están vivos,
cantan porque cantando
se alivia el dolor
de nudos invisibles
que oprime sus muñecas.

Eres muy joven
para reconocer
esta certeza que te muerde las palabras:

Vivirás en un desierto sin nombre que nadie ve-pero todos perciben-.
No podrás huir:
Sus tormentas de arena
te perseguirán a lo largo y ancho del planeta.

El desierto no va  a abandonarte,
está instalado en el fondo de tu boca,
se vislumbra en el reflejo de tu mirar.

Escribir es tejer parches para coser el alma.
Los parches son eficaces hasta que acaban descosidos.
Esta palabra estéril expresa pero no ilumina.
Ahora solo vacío inexorable.
Se agostan las palabras al escribir,
se fatigan los pasos al andar
y todo se vierte en una espiral de carencias.

¿Qué has hecho con nosotros?

Desentrañábamos ciudades
como si fueran secretos celosamente guardados,
incendiábamos el cielo
con la luz de nuestros pasos,
arañábamos las tardes al sistema,
ensanchando el horizonte.

¿Qué nos has hecho?
¿Por qué ahora?
¿Por qué a nosotros?

Devuélvenos esa juventud que nos has arrancado de cuajo.





Bloques de hormigón
configuran su cuerpo.
Un corazón de litio
bombea sin pedir permiso.
La piel migratoria
refleja los cercos que lo acorralan.
Desenfundar la palabra
como el vaquero del Far West.
Solo que aquí el argumento no es tan simple,
no hay guion
ni hay balas
pero sí heridas,
heridas como flores yertas en primavera.

La resolución es el huracán en la taza de té -un amargo té negro sin miel-
turbio como la sangre de las yemas de tus dedos,
como el ataque de las agujas invisibles
que se te clavan en los brazos.

El jilguero llora
y el marinero decide
tapar el ojo de buey
para dejar de ver la costa.

Los viajes serán círculos de olvido
para desaparecer esporádicamente.
Fotografías impersonales para alejar
el sentimiento.

Y, mientras tanto, los engranajes del tiempo
siguen funcionando,
nada se detiene,
seguimos volviéndonos amarillos
como papel antiguo.

miércoles, 23 de marzo de 2016

No hay mejora
cuando todo se agrieta.
Han muerto los caballos,
estallan los cristales,
se deshace el cielo.
Las parcelas se confunden,
arenas movedizas
y arrugas donde hubo cálidos hoyuelos.
El cuerpo, esa cáscara traidora
a la que estamos sometidos
se retuerce
cuando el sufrimiento es el único leitmotiv.
Arrojar palabras de sosiego
que suenan huecas,
dejar de decir, de creer,
de pensar, de soñar.
A merced del temporal
se encharca la vida
impregnándolo todo
de un color verdoso

martes, 22 de marzo de 2016

Detenerse por completo.
Ni dolor ni consciencia
al abrigo del sueño
para paliar este deterioro
tan imparable y tan lento.

Repetición mientras
el cuerpo mengua
y los párpados exigen
el sueño.
Sueño por interrumpir
el eco agónico de la conciencia,
los susurros que fluyen como sangre
envenenada.
La habitación permanece cerrada,
las persianas bajadas.
Qué decir cuando se extingue lo decible. Estas bocas son pozos de agua estancada aunque ya nadie se de cuenta.
Lo terrible es real y no se puede ver ni pronunciar sin abrir cicatrices.
Su presencia debilita el color del cielo
y arranca las raíces de la sonrisa
que algún día esbozamos
pero ya nadie recuerda.
La infección está ya instalada
en estas pupilas sin brillo.
Palidece la vida
y no hay oficina en la que reclamar.

La frustración es palpable
y corpórea. Tus manos le pertenecen.
Los días se desgajan resecos
mientras cantas
disimulando el grito
ante un público parcial.

domingo, 20 de marzo de 2016

Las palabras se han gastado
como suelas de zapatos infantiles.
Esta continuidad nos arranca la piel.
Los recuerdos atropellados se difuminan
y solo queda el silencio
que envuelve  este dolor desnudo contra paredes apagadas.

lunes, 14 de marzo de 2016

Purgatorio

El aljibe de esta soledad
tan áspera y nítida
ha ahogado al poeta.

El tiempo carcome
este cuerpo-páramo
de animal herido.

Soportar la pausa
hasta que se rompan las letras.

Hoy se ha despertado sin alma
de forma deliberada.

Quería producir una mirada de sorpresa
en aquellos seres que le rodeaban.

...

Eran las diez y media de la noche
y nadie parecía haberse dado cuenta.

Las palabras escasean
cuando el plural es ya distante
y la risa solo un eco apagado,
un sonido foráneo y esquivo.

miércoles, 2 de marzo de 2016

Laberinto codificado de sombra
para el reo condenado
a la frialdad de los plazos.

El sueño apaga
este desván oscuro
de conciencia.

Este intermitente
detiene esporádicamente
la tenaza de la angustia.


jueves, 18 de febrero de 2016

El plazo
es la antesala del mal sueño.
El mundo es azul marino
el azul marino es el color de la reflexión.

No hay muralla ni fortaleza,
solo queda el verso libre como maniobra
cuando la realidad no puede ser evacuada.

La trascendentalidad es el café convulso
de las siete y veintiséis
mientras el miedo se establece
en el flanco del día
y la conciencia se enfrenta
a un despertar autogestionado.

Trepar más allá de la conciencia
mientras la incertidumbre te araña las manos

Qué responder
cuando has perdido las piezas necesarias para planificar el discurso

      Por qué estupor cuándo angustia dónde frío

Los días no se pliegan porque son menos flexibles que el lenguaje

Días estáticos en los que saboreas
la tormenta tan agria en tus labios secos.

No hay toalla ni forma de enjuagar este atasco de lágrimas enloquecidas dentro de ti.

No pronuncias porque estás ciega,
no vislumbras la salida
y dejas que se te derritan las razones.
Jadeas entre álamos oxidados,
se te entumecen los gestos
ante el invierno amplificado

Te reconoces efímera y torpe,
por eso vives atenazada por el miedo
de que alguien lo descubra.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Esta ciudad tan propia y ajena
se refleja en la latitud inexacta
de las miradas que la atraviesan por rutina

Herida por la continuidad
y en busca de un espacio
para detenerte
como el turista
que hace tiempo fuiste
pero que apenas recuerdas.

El monólogo en el que vives
te desgarra la voz
voz cuyo eco suena a sollozo.

Todos saben que las palabras
se marchitan antes de nacer en tu garganta.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Resiliencia
ante el estupor al comprobar
que hasta el último centinela
abandona estas ruinas.

Los pájaros evitan esta dirección
y la lluvia acelera su caída.
El gris infinito se conmueve
cuando el oxígeno disminuye.

Y no hay aire,
ni fulgor,
solo resignación
ante la certeza
del castigo sobre
estos cuerpos
arañados.

Se me rompe el verbo
mientras los barcos huyen
para no ver lágrimas colapsadas
ni el hielo que perdura.


Perder las coordenadas,
todo es laberinto y asfixia.
Han apagado las luces,
todos bailan
y nadie te oye gritar.

jueves, 4 de febrero de 2016

Estar sin ser,
la obligación
te sepulta.
Estás pero no eres,
duermes pero no sueñas,
y tratas de esconder esa carencia
tan infinita
tan evidente
que la superficie de ti misma queda vulnerada.

domingo, 31 de enero de 2016

El lunes nos desabriga.
Esta continuidad a la intemperie,
este tiempo caníbal
y el amanecer, que asustado,
tarda en asomarse al borde del día.

El polizón cae del barco
y el abismo se bebe sus emociones.
Sin haber llegado al destino
su mirada ya descansa.
No está sometido a plazos,
nadie lo espera
nada desea,
por eso es infinitamente libre.

miércoles, 27 de enero de 2016

Nombres, adjetivos, pronombres,
determinantes, verbos,
preposiciones, conjunciones, adverbios
infértiles ante el poder
de este voraz silencio,
silencio que engulle,
envuelve,
deshace,
permeando hasta llegar a la raíz
de tu propia conciencia.

Fragmentados, difusos,
perdidos, habitamos
esta realidad que nos araña.

Hacerse añicos
consciente de que la condena es larga.
Y nadie nos había preparado para esto,
y el invierno es una capa densa,
y la monotonía de los caminos diarios
nos acorrala
y el peso de lo que no se dice
sepultado bajo el mirar cansado
de quien ha dejado de contar los días
Y...y...y...ya no hay canciones
pues hemos olvidado hasta la última letra.

Has vuelto a perder el bus,
todos los establecimientos cerrados
y el frío como narrador omnisciente.
Una cabina telefónica,
línea directa con el pasado.
Recordar "cualquier tiempo pasado
fue mejor" y el miedo a que se cumpla
careciendo de voz,
doblando las páginas arrugadas
de los días.

jueves, 21 de enero de 2016

Rima fácil para días complejos

La vida es la única partida
en la que a todos toca jugar
y es tan fácil perder
como difícil ganar.

martes, 19 de enero de 2016

Cortesía y Stand by

Hace tanta soledad que las palabras se suicidan y lo más inquietante
es observar cuán indiferente resulta.

Le preguntan qué tal,
responde "bien, gracias",
apostillando un "y tú"
tan normativo
como poco convincente.

Y seguir saltando a la cuerda
a pesar de que ésta no exista.
Ahora todo son plazas, esquemas,
planificación en una tormenta
que ni siquiera usted puede controlar.

lunes, 18 de enero de 2016

Este inconformismo inmanente,
Intrínseco a la huella que imprimes,
engarzado en las canciones que cantas,
tatuado en la raíz que te sostiene.

Hay golpes tan fuertes en la vida...
(César Vallejo)

El vertiginoso transcurso
de esta vida es una fiera
que debemos amansar
a través de la lidia
entre silencio y palabra.

El sempiterno y ceniciento
mes de enero avanza
haciéndonos más fuertes,
volviéndonos capaces
de lo que un día juzgamos imposible.

jueves, 14 de enero de 2016

Vender competencia comunicativa
a pesar de que ésta,
por sí sola,
no sea más que un instrumento
de aire que a veces
se interrumpe
a pesar de que el emisor
se haya aprendido las partituras.

Adolezco, padezco, conozco, carezco.

La rima suena tan mal
como este gradual naufragio.

Subsistir en una constante negación.
La serenidad distante,
el equilibrio hecho trizas

miércoles, 13 de enero de 2016

Terror a ser devorada por las fauces del tiempo. Contratos múltiples e infinitos
que encadenan.
Subir escaleras que no conducen a ninguna parte. Tiritar en una irrevocable deriva.

El cuerpo se ha desprendido de su esencia, abocado a vagar por parajes hostiles, por purgatorios burocráticos,
mientras la verdadera batalla se libra en otro sitio.

martes, 12 de enero de 2016



              vallas
                       muros
                                 verjas de acero
                                                        cemento, piedra y alambre


para protegerse de sus semejantes.

Ya no pueden soslayar la maraña de vicios y virtudes
que les es más propia que sus propios nombres,
dictados por otros, 
o que el territorio geográfico donde han nacido
por una mera cuestión de azar.

Su mortalidad provoca
el anhelo de vivir deprisa
y se resisten a enjaular su juventud
en recintos cerrados,
a someter el impulso a la rutina.
Estos seres son una fábrica
de deseo constante,
deseo maquillado con
valores y religión,
atenuado con leyes.

No hay animal
más temible
que el ser humano en esta tierra,
para los demás seres que la habitan
y, sobre todo, para sí mismo.

Segundo de la ESO

Hacer frente a la brutal indiferencia,
alzar la voz con obstinación
ante un torrente que lo barre todo.

Desesperada ante la incultura crónica
de quien habla pero se resiste a escuchar.

Multiplicidad de ideas truncadas
siendo demasiado joven
para la resignación.

lunes, 11 de enero de 2016

Iglú

Una luz tenue y temblorosa
emerge en la noche cerrada.

Paradójicamente, reconforta y asusta al mismo tiempo.

Su permanencia constituye este deseo
que se impone al frío.

domingo, 10 de enero de 2016

Ars poética

Aunque las palabras,
como Alejandra señaló,
hacen la ausencia
en lugar del amor,
tienen la manifiesta virtud
de registrar la conciencia
en el hueco electrónico
de estos seres tan fuertes
y frágiles al mismo tiempo.

Las palabras son tan bellas
y crueles porque nos trascienden:
Suponen la antítesis de lo efímero,
contraviniendo con rebeldía
nuestra propia naturaleza.

Las palabras
configuran ese eco
que nos sobrevive,
formulando el poema
que hemos buscado a tientas,
racionalizando lo inexplicable.

Y los días se desprenden
dirigiéndonos sin haberlo solicitado.
No hay a quién reclamar,
la ventanilla permanece vacía.

La voz suena a pop rancio
mientras el lunes nos destierra,
el despertar reaviva
la conciencia del tiempo
que este siniestro azar
nos ha arrebatado.

Guarecerse en la soledad
siendo un sujeto sin predicado.

El hielo se derrite
mientras el año más cálido
de la historia nos corta
la respiración.

Somos títeres
manejados por un profeta ciego

La ciudad adormilada
me espera recuperando
la paciencia cuando
esta me falta.

Echar de menos
nuestros paseos
por calles desiertas
cuando el amanecer
aún nos pertenecía

Hacías café
y hasta lo amargo sabía mejor.

sábado, 9 de enero de 2016

Apagar el incendio
que te envuelve.
Incertidumbre y esperanza
antes de enfrentar el mudo pasillo.

Seguir, morder esta existencia
con obstinación.
Prescindir del fuego
por pequeñas alianzas,
apretar el paso
poniendo en jaque al abismo
de este enero.

2nd round.

El combate se desarrolla con crueldad
y la supervivencia queda hipotecada.

Solo lo propio hiere en profundidad
y hasta el alma queda suspendida de un hilo, cansada, inapetente,
dejándose matar con lentitud.

Stop

Murallas atemporales.
Pensar que todo puede acabar
olvidando así todo lo acumulado
cuando lo acumulado es tanto que trasciende
lo verbal.
Por qué los juicios
ante el reo,
ya condenado.
Esta fatiga de no comprender
nubla la serenidad del mediodía.
Buscar una tecla para recomenzar
sin éxito.
Miedo al dolor de quien carece
de la última protección.
Ya no hay red,
la convivencia la ha deshecho.
No queda nada,
solo el sonido de un pájaro que lucha
entre la maleza.

viernes, 8 de enero de 2016

Todos te dan consejos
mientras a ti solo te queda cansancio.
Las noches son latas vacías
y solo sientes que mandarías
el mundo a la carpeta de spam.




martes, 5 de enero de 2016

La adversidad,
esa abstracción
que se vuelve tan física
al forjarnos
con sus zarpazos.

La noche llega a la ciudad
y esta ausencia
derrite los cristales
mientras los minutos
mordisquean mis manos
y el jazz suena a la distancia
entre la realidad de este momento
y el eco de lo que hubiera podido ser.

A pesar de la fuerza de la imagen,
no hay fotograma que atrape
la intensidad de la urbe,
el bello dolor
en el que se traza la vida.

El silencio
es la respuesta más inhóspita
y elocuente.

Tropiezo con la vida
desde el frío.

Madrid es una ciudad
donde la gente colisiona
sin mirarse,
donde las vidas
pasan inadvertidas
y donde el bullicio
abriga la soledad.

lunes, 4 de enero de 2016

La espera
prolonga el hueco
que me llena.

Aferrarse a la esperanza
ante el horror de la herida.

Ya no más palabras estériles,
basta de tanto golpe sordo.
El cuentagotas de los días
arranca la paciencia.

Tanto silencio verde,
 tanto exilio de vivir.
Los ojos se tambalean
al diluirse el día.

Frivolidad. Tráfico. Luces.
Transeúntes. Ritmo veloz.
Conversaciones insustanciales.
Remedios naturales
al vértigo cuando el abismo
es ya tatuaje en la oscuridad
de estas pupilas.

Las calles
reviven los pasos que dimos.
Imágenes sin cámara,
pintura sin lienzo.

Postales invisibles a
los turistas
pero nítidas en el difuso
marco del amor.

Al tiempo le tiembla el pulso.

Buscar refugio
en otras voces
para huir del centro
de uno mismo

Aguacero contenido.

La presa está a punto de romperse.

El Prado

La sombría historia
y sus transitorios
anhelos de luz
invaden el óleo antiguo.
La multiplicidad de miradas
fingiendo o experimentando
interés por las emociones que perduran 
constituye la verdadera obra
que a todos fascina
pero nadie menciona.