viernes, 13 de mayo de 2011

soirée

es el poder de la voz
que se apaga estremecida,
ser hoja cambiante de lluvia,
irreductible y siniestra,
belleza corrupta en el destierro del presente.


Han deshabilitado la esencia,
no encontramos cenizas
pero la noche ya es solo pasaje extinto,
tempestad anochecida en un verso.

Y este cuerpo, flor de espino
de este mayo inexacto y sereno,
me des
va
ne
ce la luna:

indiferencia en la sombra del reloj,
perfección en la carencia precisa,
ecos de otra época,
plenitud desarmada,
aún fresca en la boca que no pudo ser,
y gritar los nombres
y llegar tan pronto,
saltando escalones de barro,
con la sonrisa ambigua
y el gesto perdido de arena
esto es solo
atardecerse despertando,
aprender a caminar en pos del olvido
abrazar la tierra incendiada
antes de esta eternidad
de voces distantes,
del rumor en un latido.


La noche es una extensión indefinida
que me duerme en su boca de niño.

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