sábado, 4 de junio de 2011

¡cómo aprende la luna a renovarse!

ayer nos sentimos vivos,
siendo hierba en lluvia,
fuimos ese latido tangible
pero fugaz.


sé que esta intensidad de los días
destiñe mi cuerpo indolente
y tú sigues vagando por caminos inaccesibles
seducido por la voz de quien no regresa.

miranos,aquí estamos, jugando a intuir qué es lo que permanece.

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