sábado, 29 de enero de 2011

cambio mi nombre
pero tu voz
permanece en mí
como un cuerpo azul.

El resentimiento de las olas
me golpea y no sé a quién quejarme.
Este presente me queda tres tallas grande,
me devora con islas de silencio
soy consciente de cómo me ahogo en el destierro,
cerca de aquellos animales que se acercaron al río
antes de oírnos llegar.

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