lunes, 5 de diciembre de 2011

La mañana
el expreso,
las palabras tan impresas
empujándose
al borde de la taza.

Como pájaro sin tierra,
la mujer vive con maletas
y ganas de otro mar.

El cine los une.
Ella deja de ser un todo.
Él llega para velar por los párpados que tiemblan.
Vínculos como onda magnética.
Inscripciones en la piel más tersa:
Ya no se va, ya no se va...

No se debe vivir siendo amantes esquivos,
arquitectos de belleza pálida,
escuálidas ramas de luz calculada
huyendo contra dunas de labios,
contra la paz de un abrazo
donde la piel se renueva
en los títulos de crédito
o en cualquier escena,
sin selección,
solo al azar.


Y ya no se va, ya no se va-....

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