viernes, 25 de junio de 2010

cruel
como las gotas de lluvia
que mojan sin empapapar
cuento los brazos de hierro
por la mañana.

En el camino
no hay migas de pan
y el príncipe
es un caracacol
perdido en un alud
de palabras incendiadas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sobre el "empapapar", si es un error, no es un error. Aunque es, en todo caso, un no error arriesgado.
Sobre el alud, ni lo veo ni no lo veo, simplemente no aporta mucho. Yo, de ser tu, lo omitiría y haría como que nunca ha existido.

ane dijo...

bien =) quito alud