domingo, 20 de junio de 2010

desvela el secreto de los barcos
que olvidan zarpar a tiempo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El poema está bien, incluso me atrevería a decir que está muy bien.

Pero, si el poema sólo fuera sus últimos dos versos, sería supremo.

ane dijo...

te hago caso. =)

Anónimo dijo...

supremo, ¡supremo!

Pero, busco en ti más Laboa.