miércoles, 27 de abril de 2011


encontrarte después de haber negado el cielo,
olvidando disfraces,máscaras, y los turbios
pliegues de la noche.

Esta identidad se te ha filtrado hasta la memoria
ahora que sabes decir no.
Las horas solas no siguen castigándote
y eres tú tu único fantasma.
Consigues caminar más rápido,
navegando sobre las horas
tenue como observador discreto
del beso vedado de los tigres.

La verdad es una canción descubierta después de las vendas de humo,
tras los velos en la voz,
buscas algo que te salve,
quizás lo hayas encontrado:

escuchar los versos más bellos en la suavidad de la tarde,
poesía como salvación de este olor a fritanga y fútbol nocturno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me gusta mucho