jueves, 28 de abril de 2011

nadie siente
o nadie parece sentir,
todo suena pálido y ambiguo,
distante y despreocupado,
y me pregunto si no seremos solo naufragos
en el bosque de hayas,
huecos en el corazón de la piedra,
palabras en el cuerpo del mar,
llanto en el magnolio más bello,
donde perderte
es buscarme más:

empieza el círculo de nieve,
los testigos llevan gafas de sol,
hay un charco en la tierra.

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