domingo, 24 de enero de 2010

IIIIII

creemos
ser tan obvios...
somos un libro abierto
que ningún científico consigue descifrar.
El código
de barras
que llevo
bajo los tejidos
de titanio derretido
ha sonado
y tu lo has oído
cuando se había hecho tarde,
¿por qué??por qué?
no te dejé escucharlo
cuando no había llovido en mí.....

acorazarnos
en palabras baldías
y rimar
palabras bonitas
crueldades relativas
para no decir
para no hacer
para no sentir nada.

Autoprotección fallida,
me he equivocado
aún con el protector SPF 60
me he quemado la piel
piel de ceniza sensible
que no te olvida.

Las callejuelas,
el reloj de la plaza Luz,
la escultura de un hombre metálico
y mis ganas de absorber imágenes,
aunque me duela
y cueste tanto,
aprender a ser,
a ser el mundo
el mundo de mil rostros
y situaciones,
un mundo que
aprendo
de memoria
aunque
sea sin adherirme
a tu visión de él.

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