sábado, 30 de enero de 2010

interrupto

saciedad
en la boca
que ya no llueve
con tu lluvia
ni recuerda los momentos cercenados
por la aguja impía
que se clavó en mis poemas.

Hoy salto párrafos,
deslizo versos
tendidos en el colchón
de mis labios entumecidos
por el invierno.

Como ayer,
como mañana,
como hace veinte días,
escribo y
bailo en la oscuridad
de una habitación vacía al amanecer.

summertime
suena en enero
con notas furtivas.
Una copa inacabada se desmaya
junto a los geranios marchitos,
sobre el polvoriento piano
de esta estancia melancólica y bella



abro la ventana,
y la luz externa es innecesaria
porque hoy el sol
brilla en mis pupilas negras

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