domingo, 5 de diciembre de 2010

ésta es la luz enferma
de la perla sin mar.

el horizonte sabe a libro antiguo
y se nos va la fuerza como si fuéramos pilas de corta duración.

el final
es siempre lento
y duele más por ser tan distante y tibio
como un arañazo online.

el pricipio llega a deshora,
como una tos más allá de la penumbra
como un murmullo de voz mitigada.

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