jueves, 2 de diciembre de 2010

la primera vez que te vi
comías almendrucos
con la mirada lejos
mirada lejos aún reciente,
como si no te alejaras por el camino de los sauces,
como no hubieras huido del pueblo de piedra arenisca,
como si no tuvieras un baúl de fantasmas tenues,
como si solo fueras alguien comiendo almendrucos,
alguien entre muchos alguienes,
alguien que vive cerca,
un cuerpo,
otra voz,
esa risa,
aquel llanto,
alguien perdido en los huecos de la tarde,
en las horas que dejamos de contar.

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